La palabra freelance es un anglicismo que en los últimos años se ha popularizado en nuestro idioma. Se podría traducir como trabajador independiente o autónomo.
De esta manera, alguien trabaja como freelance cuando su actividad laboral no depende de una empresa sino que es uno mismo quien gestiona y organiza su propio trabajo.
Como norma general, el freelance recibe el encargo de realizar una actividad y cobra por ello a la finalización de la misma, independientemente del tiempo empleado para ello. Este procedimiento puede tener algunas pequeñas modificaciones, ya que excepcionalmente estos profesionales incluyen el concepto de tiempo empleado como variable que afecta a su remuneración.
El nuevo paradigma laboral
La realidad del trabajo ha cambiado sustancialmente en los últimos años. Las nuevas tecnologías de la comunicación (las conocidas TICs) ofrecen un campo de actuación realmente novedoso.
Muchos profesionales de cualquier ámbito orientan su carrera laboral como freelance. Esta circunstancia permite una autonomía y una flexibilidad mayor.
El fenómeno que ha creado este nuevo marco de referencia es la globalización. El freelance no necesita trabajar en un entorno profesional tradicional, sino que puede hacerlo desde su propio domicilio o despacho y estableciendo contactos a través de la red. Un freelance dedicado al diseño gráfico y que reside en Barcelona tiene la opción de trabajar para una compañía con domicilio en Bogotá o Buenos Aires.
La actividad del freelance conecta especialmente con aquellas profesiones donde es importante la creatividad (publicista, fotógrafo, periodista, traductor o escritor).
El freelance es un profesional que puede resultar atractivo para algunas empresas, ya que se reducen los costes laborales considerablemente y, por otra parte, las nuevas tecnologías permiten una comunicación fluida.
El concepto clásico de trabajo fijo se encuentra en crisis y esta circunstancia ha incentivado la necesidad de abrir nuevos caminos. El trabajo como freelance es uno de los rumbos profesionales con mayor potencial en nuestros días.
La libertad es la característica principal de esta modalidad laboral. Y la incertidumbre es, probablemente, el mayor de los inconvenientes. Las ventajas e inconvenientes del nuevo paradigma son discutibles (algunos subrayan que el contacto personal y directo está desapareciendo), pero hay un hecho evidente e incontestable: las nuevas tecnologías no son una moda pasajera sino son las herramientas actuales con las que establecemos la comunicación entre los individuos. Y el freelance es una modalidad profesional que conecta al cien por cien con las actuales coordenadas.