El Premio Nobel de Literatura, como ya su denominación nos lo anticipa, tiene la misión de premiar, desde comienzos del siglo pasado cuando Alfred Nobel instauró los premios vía testamentaria, al mejor del año en la materia.
Premio Nobel de Literatura por su aporte literario en la lengua occitana
El autor que nos ocupa en esta reseña, el francés Frédéric Mistral, fue el cuarto escritor en recibir tremenda distinción, en el año 1904, en reconocimiento a su aporte a las letras y a la originalidad con la cual supo deleitar a los lectores que descubrieron su obra en la lengua occitana. La Occitana es una lengua romance que se habla en algunas partes de Francia, España, Mónaco e Italia y es en ella que supo escribir este escritor.
Mistral supo plasmar con espontaneidad y fielmente el panorama y el alma de sus coterráneos.
Aunque también debemos destacar que el premio Nobel de Literatura se le concedió por su excelente trabajo como filólogo provenzal, es decir, Mistral, estudió y analizó como nadie la historia de la lengua occitana y a través de su obra supo darle a la misma un impulso internacional que el Nobel de Literatura no podía desconocer.
El Premio lo compartió con otro colega, el español José Echegaray.
Nacimiento y pasión por su tierra
Mistral nació un 8 de septiembre del año 1830 en Maillane, región de Provenza, Francia. Sus padres se dedicaban a la actividad rural y disponían de una holgada posición económica. Estudió leyes y fue uno de los pioneros a la hora de defender la autonomía de la región de Provenza y asimismo de su lengua.
Impulsor y defensor de la cultura occitana
Junto a su colega, Joseph Roumanille, supieron impulsar el renacer de la lengua occitana. En esa acción conjunta crean el movimiento literario Félibrige que tenía como misión excluyente la de promover y defender la lengua occitana.
La obra más famosa de su autoría es Mireio, una historia romántica que cuenta la historia de amor de dos jóvenes de su tierra.
Creador del Museon Arlaten
El dinero que Mistral ganó tras el Premio Nobel lo destinó a fundar el Museon Arlaten, situado en la ciudad de Arlés y que tenía como cometido fundamental conservar y difundir el estilo de vida de la región de Provenza. Por su relevancia es que al mismo se lo ha distinguido como patrimonio de la Humanidad.
Fallece en Marsella, el 25 de marzo del año 1914.