El fordismo es un modo de producción caracterizado por hacer que la misma se realice en serie o en cadena. Su nombre deriva de uno de sus progenitores ideológicos, Henry Ford. El fordismo significó una verdadera revolución en lo que respecta a productividad y en el acceso a un mercado de masas gracias al recorte de costos logrado. Fue empleado prioritariamente en la industria automotriz durante el siglo XX, más específicamente desde los años cuarenta hasta los setenta. Además de estas mejoras en lo que respecta a la productividad y reducción de costos, el fordismo se caracterizó por una mejora salarial hacia los obreros, que se vieron beneficiados financieramente de un modo significativo; el hecho de emplear un número elevado de gente también puede verse como un aspecto favorable.
La manera en que operaba esta forma de organización consistía en dividir el trabajo de un modo significativo, haciendo que la producción fuese lo más segmentada posible y con un operario haciéndose cargo de modo repetitivo de una tarea. Cada bien era entonces elaborado a partir de una serie de etapas, circunstancia que popularizó la cadena de montaje. Esta forma de organización permitía que sea posible crear bienes en gran cantidad y a bajo costo, haciendo viable que objetos antes destinados a un segmento de elite ahora fueran accesibles para el gran público. El fordismo en este sentido fue todo un éxito, logrando que existiese un mercado más amplio y una mayor productividad. No obstante, es importante señalar que no fue Ford quien ideo esta forma de trabajo; el fordismo era descendiente del taylorismo y la aplicación práctica vino de la mano de otros hombres a quien Henry Ford copio logrando mejores resultados.
Hoy en día este sistema de producción fue dejado de lado en favor de otras variantes que parecen más promisorias. En efecto, el horizonte hoy lo conforma Japón con un sistema denominado toyotismo, en honor a la empresa Toyota. El mismo propugna una eliminación de costos asociados al almacenamiento de insumos, circunstancia que impacta en el precio final del bien en cuestión. Para ello se busca que la producción esté regida por la demanda, produciendo solo lo que se ha vendido.
El fordismo dejó su huella en la historia no solo por organizar a la producción de un modo más eficiente, sino también por lograr mejoras significativas en la situación financiera de muchos trabajadores y por hacer accesible a sectores populares bienes antes considerados suntuarios. En este caso se imbricó perfectamente con un modelo de sociedad en desarrollo.