Se considera flotación sucia a la intervención gubernamental en el valor del tipo de cambio, con la finalidad de influir en la cotización de la moneda local. Con esta práctica se busca controlar, prevenir una devaluación y estabilizar variables que afectan el sistema económico, en especial de inversión, tratando de mantener la confianza en los inversionistas y consumidores tanto de divisas como de otros mercados bursátiles.
En la actualidad el tipo de cambio implica un mercado con enormes dividendos. Debido a ello, existe mucha especulación, en este sentido el gobierno adopta una política de tipo de cambio flexible, donde se espera que de manera natural y el corto plazo el mercado se normalice. Si no llegan los resultados positivos de esta manera, las autoridades públicas intervienen cambiando tasas de interés o manipulando el mercado, inyectando moneda a la circulación o sacando, y comprando/vendiendo dólares para ello.
Es importante mantener el tipo de cambio estable debido a la enorme movilidad de inversiones que rigen el universo económico, estas son parte fundamental de la estabilidad productiva y del bienestar para los países, en especial entre los actores de América Latina, los cuales por su dependencia al capital, padecen cuando su moneda pierde valor con respecto al dólar (patrón). Por ello, siempre buscan estrategias para conservar la confianza en su ambiente monetario. Es esta zona del mundo en particular, donde se utiliza la flotación sucia, la cual es la tercera opción de los modelos de régimen cambiario que han sido de enorme utilidad ante devaluaciones.
Diferencias entre los modelos de control cambiario
Las políticas fluctuantes para el tipo de cambio se basan en los siguientes modelos públicos, que en la actualidad se usan en diferentes lapsos de tiempo, combinándose según las necesidades de las economías:
– Tipo de cambio fijo.- En este modelo se fija el valor de la moneda local con el dólar, el gobierno interviene solamente en la venta o compra de divisas para darle un pequeño empuje al mercado, a veces la fijación es constitucional.
– Tipo de cambio flotante limpio.- En esta estrategia el tipo de cambio se mueve en completa libertad en el mercado, no hay una fijación como en el anterior y el banco central no tiene participación alguna, lo cual ocasiona que existan muchas fluctuaciones, este modelo es el que se utiliza en Europa y un caso notorio en Sudamérica, es el de Chile.
– Tipo de cambio con flotación sucia.- Modelo que mezcla características de las dos estrategias anteriores, se deja una flotación limpia en el mercado, empero, de manera limitada, el banco central se entromete cuando se necesite un equilibrio o de manera sorpresiva, es por eso que nunca se sabe cuándo actuara comprando o vendiendo moneda para mantener sus reservas estables, gracias a esto se pierde toda posible especulación y se mantiene la confianza, el caso más notorio de flotación sucia se conoce en el Perú de la década de los noventa cuando lanzo a circulación su moneda Sol.
Como en toda estrategia monetaria, en el modelo de flotación sucia existen riesgos, pero también beneficios. Dentro de las ventajas, sobresale la estabilidad de la moneda en el largo plazo, productividad equilibrada y una positiva balanza comercial. También, se puede suavizar la caída del valor del dólar (en caso de que suceda) evitando una posible crisis.
Pero no todo son escenarios positivos. Hay muchos otros problemas económicos que no se resuelven con un tipo de cambio estable, por lo que se debe poner atención a otros sectores para lograr dicho equilibrio. Entre los factores negativos de la flotación sucia, se identifica un gasto enorme que debe generar el banco central para comprar divisas, puede ser que no tenga la riqueza suficiente para ello, o que para hacerlo descuide otros tantos ámbitos sociales y económicos que urgentemente piden de auxilio.
Autor
Escrito por Arturo Dubey para la Edición #115 de Enciclopedia Asigna, en 08/2022. Dubey es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)