Un eufemismo es una palabra o expresión que resulta aceptable y que se usa en lugar de otra palabra de mal gusto o que sea tabú en ciertos contextos, pudiendo resultar ofensiva, causar efectos indeseables o zaherir al oyente. De igual modo, el eufemismo puede ser una palabra o expresión usada para ocultar algún nombre secreto o sagrado, de forma que se evite tener que decirlos.
Algunos ejemplos
Los eufemismos son muy habituales en nuestro día a día, estando constantemente rodeados de ellos, muchas veces sin siquiera notar su existencia. Sobre todo en el lenguaje político está a la orden del día el evitar ciertas palabras o expresiones que pueden resultar impopulares, usando en su lugar términos mucho más agradables a oídos del oyente. Por ejemplo, durante los últimos años, muchos políticos han evitado usar la expresión crisis económica sustituyéndola por términos como recesión o desaceleración del crecimiento.
Clasificación de los eufemismos
Entre las distintas clasificaciones de los eufemismos existentes, la más destacada es la elaborada por Albelda Marco, que divide a los eufemismos en los siguientes grupos:
Paralingüísticos: el eufemismo está en la entonación y los gestos. Por ejemplo usar la palabra cabronazo emitiéndola de forma amigable.
Fonéticos: aquí se engloban los eufemismos consistentes en modificar algún fonema de la palabra que se quiere evitar (jolín por joder), los que implican una reducción del término o expresión (narco por narcotraficante) y también aquellos que usan la sustitución paronímica (joroba por joder).
Morfológicos: eufemismos que se construyen mediante la inclusión de sufijos y prefijos (cabroncete) o mediante la composición (tercer mundo en vez de países pobres). Y también aquellos en los que se produce un cambio de género flexivo (ser una pájara).
Sintácticos: el eufemismo puede consistir en una omisión (irse a la m en vez de decir irse a la mierda), en usar una aposición ritualizada (es un cabrón, con perdón) o puede ser una agrupación sintagmática de palabras (señorita que fuma en vez de usar prostituta)
Léxicos: se evita el uso de una palabra mediante extranjerismos (doping en vez de consumo de drogas), cultismos (beodo en vez de borracho), tecnicismos (comercial por vendedor) o jergalismos (trullo en vez de cárcel)
Semánticos: aquí entran numerosas figuras retóricas como la metáfora (descanso en vez de muerte), la metonimia (daños colaterales en vez de víctimas civiles), la antífrasis (guerra humanitaria) o la perífrasis (asentamientos de viviendas precarias en lugar de chabolas).