El movimiento icariano fue una corriente filosófica de influencia en Norteamérica, hacia la segunda mitad del siglo XIX y liderada por el filósofo de origen francés Etienne Cabet.
Cabet, enrolado en el socialismo utópico, el inmediato antecedente del socialismo, renegaba de la industrialización y el liberalismo. L
a propuesta de Etienne logró una notable respuesta en los Estados Unidos, país en el que se asentó tras su fracasado intento de establecer el icarianismo en su patria.
En Estados Unidos correría mejor suerte su creación, aunque, vale mencionar que no conseguiría trascender más allá del siglo XIX como consecuencia de la posterior falta de compromiso de sus integrantes.
La denominación de Icariano no es caprichosa ya que Cabet llamó Icaria a su ciudad ideal.
Icaria estaba basada básicamente en los preceptos del comunismo y otros tantos de creación personal de Cabet, como la eliminación del dinero por completo.
Su proposición idealista fue inmortalizada en su obra Viaje a Icaria.
Esta obra le granjearía fama y permitiría que su anhelo fuese trasladado a la práctica.
Cabet nació en el año 1788, en la ciudad de Dijón.
Estudió derecho y ejerció como abogado, aunque, su absoluta oposición al poder Borbón le traería más de un inconveniente a la hora de ejercer la profesión.
Cuando se desarrolla la Revolución del año 1830 se suma a la misma, en tanto, al tiempo, cuando Luis Felipe, el último rey francés, asume el trono, se integra a su gestión como procurador general en la Isla de Córcega.
Un año después y a pesar de sus opiniones contrarias a la monarquía gobernante fue elegido como diputado.
Cuando la prohibición cayó sobre su persona se volcó a la práctica del periodismo a través de diversas publicaciones que fundó, entre ellas, el periódico Le Populaire.
Muchas de las ideas que aquí publicaba le generaron más controversias y la justicia francesa lo condenaría.
Para saltear la condena se asienta durante algún tiempo en Inglaterra.
De nuevo en su tierra y ante la imposibilidad de instalar Icaria decide viajar a los Estados Unidos con varios de sus seguidores.
En principio se instalan en Texas, en el año 1848.
Pero el estado ideal jamás llegaría porque las divisiones internas pesaron más y su grupo se dispersó.
Cabet junto a su grupo fiel se volvió a trasladar, esta vuelta a Saint Louis.
Su vida terminaría abruptamente en el año 1856, al cometer suicidio tras sentirse agobiado por no poder cumplir con su plan.