Tiene 93 años, en 2024. Estela de Carlotto es una activista de los derechos humanos argentina. Es la presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo desde el año 1989. Su hija Laura fue detenida ilegalmente, desaparecida y finalmente asesinada por la última dictadura militar de su país (1976-1983). Luchó por la restitución de su nieto nacido durante el cautiverio de su hija y del resto de los nietos que padecieron el mismo destino. Dio con el paradero de su nieto en 2014. Cada nieto recuperado por las abuelas es reconocido por un número que da cuenta de la cantidad recuperada. En aquel momento, Guido, como lo llamó originalmente su madre biológica, o Ignacio, como lo nombraron sus apropiadores, fue el nieto 114° que se sumó a la lista de nietos encontrados por la organización que ella lidera desde 1977. Recibió varios premios y distinciones por su labor a favor de los derechos humanos.- 22/10/1930
- 24/03/1976
- 05/08/1977
- 26/06/1978
- 1978
- 25/08/1978
- 1989
- 2003
- 2011
- 2014
Nació en Buenos Aires y tiene raíces inglesas.
Trabajó como docente de escuela.
Se casó con Guido Carlotto, un trabajador industrial con quien tuvo a sus cuatro hijos: Laura, Claudia, Guido y Remo.
Sus hijos, Guido y Claudia, trabajaron como ella en el área de defensa y promoción de los derechos humanos. Guido fue secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y Claudia fue la titular de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI).
Un golpe militar derrocó el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón.
En aquel momento, tres de sus hijos eran militantes políticos y sufrieron la persecución y violencia del aparato estatal puesto al servicio del gobierno de facto que se propuso castigar y perseguir a quienes no pensaban como ellos.
Su primogénita Laura estudiaba historia en la Universidad de La Plata y era militante peronista; su hija Claudia militaba en Montoneros y en la Juventud Universitaria Peronista, mientras que Guido integraba el centro de estudiantes de la escuela secundaria a la cual asistía.
Secuestraron y torturaron a su esposo que fue liberado luego de pagar un rescate de varios millones de pesos.
Ese mismo año secuestraron a su hija Laura, que estaba embarazada de tres meses. Fue retenida en el centro de detención clandestino, denominado La Cacha, en la ciudad de La Plata.
Surgió la organización no gubernamental denominada como Abuelas de Plaza de Mayo, cuya principal misión es la localización y restitución, a sus legítimas familias, de los niños desaparecidos y apropiados durante la dictadura militar (1976-1983).
Nació su nieto. Antes de dar a luz, su hija Laura, fue llevada a otro lugar que no se identificó y tuvo a su hijo.
Pidió varias audiencias y llegó a entrevistarse con uno de los jerarcas de la dictadura: Reynaldo Bignone, quien le aseguró que su hija no sobreviviría.
Al bebé nacido en cautiverio, ella y el resto de la familia lo llamaron Guido, tal era la decisión de Laura.
El padre de su nieto fue Walmir Oscar Montoya, un militante de la agrupación montoneros oriundo de Comodoro Rivadavia (provincia de Chubut). Se conocieron e iniciaron una relación amorosa durante su militancia.
A Laura la habrían matado en un falso enfrentamiento y su pareja corrió el mismo destino trágico.
La familia Montoya no sabía que su hijo había sido padre antes de fallecer, y los Carlotto no conocían la identidad del padre del hijo de Laura. La CONADI fue reconstruyendo, a partir de testimonios de testigos y militantes, la historia entre Laura y Walmir.
A los pocos días de nacido, su nieto, fue llevado a Olavarría y entregado a una pareja de campesinos que lo anotó como su hijo con documentación falseada.
Comenzó a participar en las acciones de Abuelas de Plaza de Mayo.
Le entregaron el cadáver de Laura. El de su hija fue uno de los pocos casos en los que fue posible determinar su destino durante el cautiverio y se devolvió el cuerpo a su familia.
Se jubiló y se dedicó excluyentemente a la tarea de recuperar a su nieto, y al resto de los hijos de los desaparecidos, como su hija, que nacieron durante las detenciones ilegales de sus padres.
Asumió la presidencia de Abuelas de Plaza de Mayo.
Recibió el premio de Derechos Humanos que entrega la Organización de Naciones Unidas.
Se estrenó una película que aborda la historia de su vida: Verdades Verdaderas, dirigida por Nicolás Gil Lavedra.
Encontró a su nieto. Tras años de búsqueda dio con el paradero de Guido, a quienes sus apropiadores llamaron Ignacio Hurban.
Es músico y compositor, y trabajó como director y profesor en una escuela municipal de música, en la localidad bonaerense de Olavarría donde se crio y creció. También integró un grupo de música jazz.
En junio se enteró que era adoptado, y en julio, se presentó ante la organización Músicos por la Identidad y en Abuelas de Plaza de Mayo para averiguar si era hijo de desaparecidos.
En agosto de ese año, el juzgado federal N° 1, que está a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría, confirmó a los Carlotto, a los Montoya, y a Ignacio, que él era el nieto de Estela.
A los pocos días de conocida la noticia, se reunió con su nieto en privado y luego lo presentó públicamente, en el marco de una gran emoción y conmoción popular, a razón de la larga espera…
Abuela y nieto han forjado un vínculo sólido y entrañable.
Autora
Escrito por F. M. U, para la Edición #17 de Enciclopedia Asigna, en 08/2014. F. M. U, es Lic. en Comunicación y Profesora