Se denomina erogación a los gastos que realiza un determinado agente económico. Estos suelen ser recurrentes como consecuencia de la mera subsistencia de este. No obstante, pueden ser considerados necesarios o indispensables. En efecto, cualquiera puede hacer en su propia existencia financiera la distinción entre aquellos gastos indispensables de los que son accesorios. Las erogaciones deben ser tratadas con cuidado para evitar caer en desbalance financieros que hagan peligrar la economía propia o de la entidad que se trate.
Las erogaciones de dinero son importantes para determinar el denominado flujo de caja. En efecto, este es simplemente la diferencia entre los ingresos y los egresos por período de tiempo, como por ejemplo un mes. En el caso de que los ingresos disminuyan sustancialmente, lo procedente es recortar también los egresos para que el flujo de caja se mantenga constante, o al menos, lo más alto posible. En algunos casos es necesario recurrir a la financiación externa para cubrir gastos que sobrepasaron a nuestros ingresos, gastos que en algunos casos pueden ser excepcionales. Es importante tener presente en esta circunstancias que el crédito que se nos concede en el presente significará un aumento de gastos en el futuro de índole superior, gastos que deberán cubrirse con ingresos superiores.
No obstante, en algunos contextos determinados, un aumento en la erogación que se realiza puede ser beneficioso, incluso en casos en donde ésta es superior a los ingresos. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando una economía se encuentra en una recesión o crisis profunda que debe revertirse para evitarse males mayores. En estos casos, una de las medidas económicas que pueden tomarse es el aumento del gasto público como medio para aumentar la demanda agregada. Así, el estado se dispondrá a gastar más delo que le ingresa como un modo de utilizar todos los factores productivos que está en desuso. En efecto, en períodos de escasa actividad económica existen recursos que permanecen ociosos y una de las maneras de incentivar su uso es el aumento del gasto público. Cuando finalmente se logra una reactivación económica, lo pertinente es buscar recortar el gasto. No obstante, es importante considerar que no todo gasto tiene la misma calidad: existen gastos de tipo corriente y otros gastos que se orientan a inversiones; el segundo tipo es de mayor importancia en la medida en que pasado el período de crisis se puede disponer de activos. Lamentablemente, la clase política siempre es renuente a realizar la segunda etapa consistente en recortes.