La psicología del desarrollo es una de las partes más relevantes en las que está dividida la psicología ya que su campo de estudio son los cambios de conducta que afectan a los individuos, desde el mismísimo momento en el que son concebidos y hasta el fin de su vida. Entonces, esta rama, a través de sus referentes, se ocupó de describirlos y explicarlos, algo vital a la hora de poder predecir muchos de ellos y obviamente en orden a mejorar la vida y el desarrollo del sujeto.
En tanto, uno de los exponentes más importantes de esta rama ha sido el psicoanalista Erik Erikson, de notable influencia en este tema durante el siglo pasado.
Erik nació en Alemania el 15 de junio del año 1902. Su infancia estuvo marcada por el abandono de su padre. Su madre se ocupó de su cuidado y a los pocos años de nacido Erik se une sentimentalmente al doctor del niño y se casa con él.
Tras finalizar la escuela secundaria, Erik, decide dedicarse al arte y hasta aproximadamente los 25 años de edad su existencia fue bastante bohemia y errática, no teniendo una ocupación y un domicilio fijo.
En esta etapa de su vida es que se vincula con el mundo del psicoanálisis y comienza su estudio. Incluso fue psicoanalizado por la hija del padre del psicoanálisis Anna Freud.
Para la Segunda Guerra Mundial abandona Alemania y se asienta en Estados Unidos donde continuará sus estudios e investigaciones en diversas universidades y donde vivirá hasta su fallecimiento el 12 de mayo del año 1994.
Lo más destacado de su obra es sin dudas la teoría que elaboró sobre el desarrollo de la personalidad, identificando en ella ocho niveles: Confianza básica vs. Desconfianza (va desde el nacimiento hasta los 18 meses y consiste en la percepción física de la confianza del niño a través del vínculo con su madre, será vital la confianza que sus progenitores sepan transmitirle para desarrollar la misma), Autonomía vs. Vergüenza y duda (de los 18 meses a los 3 años, el niño comienza a experimentar su voluntad y entonces será fundamental lo que en este sentido transmitan sus padres), Iniciativa vs. Culpa (de los 3 a los 5 años, el desarrollo de actividades desarrollan su iniciativa), Laboriosidad vs. Inferioridad (de los 5 a los 13 años, al iniciar su educación escolar comienza a compartir con otros y se verá capaz así como también se sentirá en ocasiones en un nivel inferior al resto de sus pares), Búsqueda de identidad vs. Difusión de identidad (de los 13 a los 21 años, en esa búsqueda por la identidad propia padecerá crisis), Intimidad frente a aislamiento (de los 21 a los 40 años, la apertura en las relaciones que alcanza atenta contra la intimidad), Generatividad frente a estancamiento (de los 40 a los 60 años, esta etapa se caracteriza por la crianza de los hijos que dará paso a las tradicionales preocupaciones por ellos y su futuro), e Integridad frente a desesperación (de los 60 años a la muerte, hay un afán por conseguir integridad frente a la sensación de ya no sentirse útil).