Epicureismo: placeres moderados y eliminación del dolor y el temor
El epicureísmo es una de las organizaciones filosóficas más antiguas y relevantes surgida en la Grecia clásica. Su principal propuesta radica en la búsqueda armónica de los placeres, la ausencia de los problemas, desarrollando una fortaleza interna que enfrente cualquier adversidad que pueda sobrevenir para así alcanzar la tranquilidad y la paz. El placer, según Epicuro, debía buscarse desde la prudencia mientras que al dolor había que serle esquivo. El placer carnal es bueno pero debe siempre encontrar un término medio, ni dominar ni faltar.
Otro de los pilares del epicureísmo y que no podemos soslayar es el hincapié que puso en el estrechamiento de lazos amistosos entre sus integrantes.
Vale destacarse que muchos han malinterpretado esa búsqueda del placer que proponía el epicureísmo, queriéndola acercar a los placeres desenfrenados y esto no es para nada así. Epicuro propone al placer pero con mesura, éste no debe dominar la vida. Un placer sereno quería Epicuro.
El máximo representante y fundador del epicureísmo es el filosofo griego Epicuro, quien vivió entre los años 341 y 270 A.C.
Nació en Samos, en un hogar pobre. Durante su adolescencia fue discípulo de Demócrito. En su juventud se asentó en Atenas, estudió filosofía y también cumplió el servicio militar. Luego dedicó su vida a la enseñanza, su gran vocación…
La enseñanza, su gran vocación
Tanto su vida como sus enseñanzas se concentraron en la escuela que creó en las lejanías de la ciudad de Atenas y a la que bautizó el Jardín. Allí se estableció en el año 306 A.C. y solo la muerte lo quitaría de la primera escena de la escuela. Desde aquí, donde se practicaba a pleno la vida rural, difundió justamente su amor hacia la vida de campo y las bondades de estar alejados de la gran ciudad para encontrar la felicidad y la calma.
Una de las grandes curiosidades de la escuela de Epicuro y que la diferenciaron de otras de su tiempo fue que la misma permitía el ingreso de las mujeres, algo que no ocurría en la platónica por ejemplo.