En cualquier hay una gran cantidad de aparatos que funcionan con energía eléctrica. Su utilización es algo corriente, pero vale la pena indicar de qué manera esta fuente de energía llega hasta nuestros hogares.
La electricidad que usamos se genera en las centrales eléctricas o hidroeléctricas. Luego se trasporte a través de líneas de transmisión (el cableado eléctrico). Finalmente, la energía es distribuida entre los usuarios.
La electricidad se produce a partir de varias posibles fuentes de energía: el agua, el gas natural, el carbón, el petróleo, el sol o la fuerza del viento. La energía más común es la hidráulica, que tiene la ventaja de ser renovable y limpia. En las centrales termoeléctricas se procesa el carbón, el gas o el petróleo para convertirlo en energía eléctrica. Las centrales eólicas o los paneles solares son otros de los procedimientos generadores de electricidad. El empleo de biomasa o las centrales nucleares son también tecnologías relacionadas con la producción de electricidad.
En las últimas décadas se ha abierto un debate global sobre las fuentes de energía. Incluso se habla del problema energético. De hecho, cada tipo de energía tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Los aspectos más positivos de la energía eléctrica son evidentes: permite el normal funcionamiento de todos los aparatos eléctricos que utilizamos a diario, es fácil de distribuir y es uno de los ejes de la economía mundial. Los inconvenientes son también conocidos: con las centrales hidroeléctricas se destruyen algunos hábitats naturales, el debilitamiento de la capa de ozono su elevado precio para el consumidor en algunos países.
El futuro energético del planeta es incierto, aunque hay algunos motivos para la esperanza. En los últimos años se ha desarrollado la nanotecnología, que estudia las estructuras más diminutas de la materia. Este conocimiento se ha aplicado a la energía eléctrica y se ha descubierto un elemento: el nanotubo de carbono. Se trata de un material que, previsiblemente, puede revolucionar la generación de energía eléctrica tradicional. Todo apunta a que en un futuro no muy lejano no serán necesarias las centrales eléctricas, podremos obtener toda la energía que queramos, de manera limpia y muy económica. Las propiedades eléctricas de los nanotubos de carbono son espectaculares (es 1000 veces más conductivo que el cobre). A día de hoy no utilizamos esta tecnología en nuestros hogares, pero la ciencia avanza normalmente con un curioso mecanismo: las invenciones parecen una fantasía y luego se convierten en cotidianas.