Si al jazz hubiese que ponerle una cara de mujer, sin lugar a dudas, la cara de la cantante Ella Fitzgerald encajaría perfecto ya que supo ser durante su tiempo de actividad profesional una de las artistas más reconocidas y talentosas del género.
Aunque, cabe destacar, que si bien el jazz fue su gran pasión, Ella, también destacó interpretando tantísimos ritmos más como ser: swing, bossa nova, góspel, blues, samba, calypso y pop, lo que se dice una artista completa…
Ella nació el 25 de Abril del año 1917 en Newport, Estados Unidos, en el seno de una familia muy humilde.
Su padre abandonó a su madre cuando ella era muy pequeña y aunque su mamá pudo rehacer su vida con otro hombre y le dio una media hermana a Ella, cuando ésta última tenía tan solo 15 años, su madre fallece en un accidente de tránsito.
Tal situación terminaría por quebrantar la poca unidad familiar y así es que Ella pasaría por la casa de varios familiares y también por orfanatos.
A dos años de la muerte de su madre, en el año 1934, Ella, gana un concurso de talentos y también allí será contratada por el músico Chick Webb, quien la integra a su orquesta y más tarde la convertiría en su esposa.
Love and Kisses es el título de su primera grabación formal en la cual aparece en el marco de la Chick Webb Band a la cual pertenecería hasta dos años después del fallecimiento de su esposo.
Ya en la década del cuarenta inicia su camino solista, siendo My Wubba Dolly, su primer álbum en solitario.
En tanto, serían las colaboraciones que realizaría con infinidad de figuras del jaz como Louis Armstrong, Norman Granz, Duke Ellington y Cole Porter, entre otros, las que impulsarían su fama y la convertirían en una de las referentes femeninas del género.
En el año 1956 cambia de sello discográfico aunque tanto su talento como producción musical se mantienen in crescendo.
Entre sus interpretaciones más destacadas se cuentan: Ella Fitzgerald Sings the Cole Porter Songbook, Every Time We Say Goodbye, A Tisket A Tasket, entre otros.
Lamentablemente a mediados de la década del sesenta su salud se resiente y ello provoca el alejamiento momentáneo de los escenarios y las grabaciones, regresando con todo ímpetu en la década siguiente.
Hasta mediados de los ochentas se mantiene firme en su puesto de MUJER del jazz, sin embargo, un nuevo revés en su salud la obliga a alejarse casi definitivamente.
El 15 de junio del año 1996 fallece en la ciudad de Beverly Hills, a los 79 años de edad.