La masa rocosa que conforma la Tierra está compuesta por sustancias muy diversas que se combinan entre sí. La química es la disciplina que estudia estas sustancias y por este motivo se habla de los elementos químicos.
Características generales de los elementos químicos
La mayoría de materiales que existen en la naturaleza son mezclas de sustancias. Por ejemplo, en una gota de agua hay una combinación de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno o la sal común, que está formada por átomos de sodio y de cloro.
Ciertos elementos no se encuentran de manera natural en la Tierra, sino que han sido sintetizados por el ser humano, tal y como sucede con el neptunio.
Los seres vivos también son el producto de una mezcla de elementos químicos. Por otro lado, en un trozo de piedra de granito es posible encontrar igualmente otras combinaciones de sustancias químicas (por ejemplo cuarzo, mica y otros elementos).
Las proporciones de los materiales que constituyen una mezcla pueden variar, lo cual se debe a que las partículas que conforman la mezcla se disponen de forma irregular.
No todas las partículas de las mezclas son visibles, como por ejemplo el oxígeno. A pesar de su invisibilidad el oxígeno es imprescindible para los seres vivos. No hay que olvidar que el oxígeno en los seres vivos es la clave para convertir el alimento en energía.
En la actualidad se conocen más de cien elementos químicos y cada uno de ellos tiene características y propiedades diferentes.
La tabla periódica de los elementos químicos
El conjunto de elementos químicos están representados en la conocida tabla periódica, en la cual hay un orden determinado a partir del número atómico de cada elemento (el número atómico aporta una identidad al átomo). Los elementos químicos están distribuidos en filas y columnas (las filas se corresponden con los periodos o niveles de energía de la configuración electrónica de cada elemento y las columnas tienen relación con la cantidad de electrones en el nivel de energía).
Los distintos tipos de elementos químicos
Existen cuatro grupos de elementos químicos: los metales, los no metales, los metaloides y los gases nobles. En su mayoría los elementos son metales y se caracterizan por ser conductores de electricidad, su corrosión y por derretirse a altas temperaturas (el hierro, el cobalto, el estanio o el cobre son algunos ejemplos). Los no metales se combinan con los metales para formar sales, algunos son quebradizos y otros blandos y en cuanto a su densidad es inferior a la que tienen los metales (el hidrógeno, el carbono, el nitrógeno y el oxígeno son los más significativos).
Los metaloides no son metales ni tampoco no metales, sino que sus propiedades son intermedias entre uno y otro grupo, son buenos semiconductores y el boro, el silicio, el polonio o el arsénico son algunos de los elementos de este grupo. Por último, los gases nobles son elementos inoloros e incoloros y se llaman nobles porque no reaccionan con otros elementos químicos, tal y como sucede con el helio, el radón o el kriptón.