Se denomina educación laica a la educación formal que carece de contenido de índole religiosa. Este tipo de educación suele estar provista por el estado, en la medida en que se orienta a toda la población, población que puede mantener un amplio espectro de creencias religiosas o carecer de ellas. No obstante, es importante señalar que una educación laica no significa una educación contraria a los valores religiosos o partidaria de una postura agnóstica o atea. La educación laica es aquella que se mantiene al margen de estos debates y procede a transmitir un acervo de conocimientos que carecen de interpretación religiosa y no que sean contrarios a ésta.
Corresponde en general a los padres mantener la educación que consideran más apropiada para sus hijos. Este tipo de circunstancia no es un mero criterio subjetivo sino que guarda estrecha relación con tratados internacionales a los que muchos países han adherido. El derecho a educar a los hijos está incluso señalado en los derechos humanos. Esta circunstancia se debe a que son en general los padres los principales interesados en el bienestar del niño y de alguna manera esta circunstancia garantiza que se abocarán con mejor aptitud a procurarles la mejor educación posible. En algunos casos esta circunstancia hará que se los incluya en colegios con algún tipo de orientación religiosa, acorde a la religión que éstos profesan, En el caso de que no incurran en esta circunstancia, sin duda podrán recurrir a un colegio cuya formación sea laica. Este tipo de institución en general está orientada a niños cuyos padres pueden ser de cualquier orientación religiosa o simplemente carecer de ella.
En algunas ocasiones se han visto polémicas en lo que respecta a los contenidos que una institución debe proveer a los educandos. En efectos, personas con posturas radicales suelen pretender que la educación que se imparte a niños que no son sus hijos tenga elementos de las creencias que sostienen, sean cuales sean. Esto es especialmente cierto considerando que los programas educativos son orientados por el estado. Lo cierto es que todo tipo de educación que se brinde debe respetar primariamente la elección de los padres. En este sentido, la variedad de instituciones en lo que respecta a orientaciones desde el punto de vista religioso debería ser un buen campo de elección para lo que estos quieren. La educación laicas viene a complementar esta oferta y abrir el horizonte de las posibilidades.