Es una de las pensadoras más disruptivas de la actualidad que logró un gran reconocimiento mundial a mediados de la década del ochenta del siglo pasado con sus novedosos planteamientos sobre el feminismo, que incluso contribuyeron en calificarla como una neo feminista.
Original y controvertida al mismo tiempo, ha sacudido los ámbitos de los estudios de la cultura, la ciencia, y la tecnología con la singular utilización de una metáfora: el concepto de cyborgs, aplicado a todo el universo humano
En una época donde la mujer consiguió la tan ansiada igualdad de género respecto del hombre, esta autora y profesora universitaria especializada en temas tan diversos como la historia, el feminismo, la tecnología, la ciencia, y los animales, propuso una nueva mirada respecto de la lucha sexista, con fuertes cuestionamientos al feminismo tradicional.
Nació en Denver, estado de Colorado, en el año 1944.
Se formó en una variedad de conocimientos: zoología, filosofía, historia, biología, y ciencia, pero sin dudas su particular mirada hacia el interior de su propio género la catapultó a la fama mundial.
En el año 1985 sacude la modorra del ámbito intelectual cuando publicó en una revista su ensayo titulado El Manifiesto Cyborg.
Increíble e inéditamente derribó la idea de la unidad de las mujeres por el simple hecho de serlo, y replicó que no existe una unidad femenina natural sino que esa asociación se da más bien por una cuestión de afinidad política
Incluso fue más allá y hasta propuso la erradicación de los géneros e introdujo el concepto de cyborg para referirse a todos nosotros como seres fusionados, mitad hombres y mitad máquinas, que no admiten la distinción por género.
Su idea al proponer este concepto fue la de no imponer limitaciones duras que contrapongan el concepto de humanidad con los de máquina o animal.
Para ella el cyborg es un organismo híbrido que está capacitado para transgredir las limitaciones humanas y destruir las categorizaciones tradicionales.
En tiempos donde hay un discurso femenino mundial que brega por mejorar el nivel de igualdad entre hombres y mujeres, especialmente en materia monetaria, igualar lo que ellos ganan en detrimento de ellas, y de los movimientos #metoo y #niunamenos que se plantan duramente frente a los recurrentes episodios de abusos y violencia de género, el pensamiento de Haraway genera ciertas inquietudes y debates hacia dentro del propio movimiento feminista, y por supuesto lo enriquece
Según su creencia las mujeres debieran crear alianzas en función de afinidades y no en torno a las identidades.