Biografía de Domingo Cavallo

Nació en la ciudad de San Francisco, en la provincia de Córdoba, en el seno de una familia trabajadora.

Estudió y se graduó como economista en la Universidad Nacional de Córdoba. También obtuvo los títulos de contador público y de doctor en economía.

Intervino en el centro de estudiantes y comenzó su militancia en la agrupación de tendencia católica Ateneo Universitario. Fue elegido representante de sus compañeros en el Consejo Directivo de la universidad.

Trabajó como investigador junior en la Regional Córdoba de la Comisión nacional de Desarrollo, un organismo creado por el presidente Arturo Frondizi. A la par de esta actividad se desempeñó como asesor de empresas.

Enseñó Estadística, Econometría y Economía en la Universidad Nacional de Córdoba.

Asumió como subsecretario de desarrollo del gobierno de Córdoba.

Fue designado director del Banco de Córdoba y luego actuó como vicepresidente.

En la Universidad de Harvard obtuvo un segundo doctorado en economía.

Creó la Fundación Mediterránea.

Se desempeñó como presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Estatizó la deuda externa privada.

Fue elegido diputado nacional por la provincia de Córdoba.

El presidente Menem lo designó al frente del ministerio de relaciones exteriores.

Pasó al puesto de ministro de economía. Implementó el plan de convertibilidad.

Para salir de una vez por todas de la profunda crisis económica que azotaba al país y especialmente de una hiperinflación que carcomía día a día el bolsillo de los argentinos, el presidente Menem le entregó toda la autoridad y decisión en materia económica e impulsó dicho proyecto que consistió en proponer una política de shock para bajar la inflación y generar un posterior crecimiento económico. Sindicalismo, empresarios y la oposición suscribieron la necesidad de dar este paso.

A través de una ley que sancionó el congreso se dispuso la libre convertibilidad de la moneda nacional con respecto a cualquier otra extranjera y estipuló que los contratos debían ser cumplidos en la moneda que acordasen las partes.

Por otra parte, se prohibió la emisión de dinero que no tuviese un respaldo de reservas de libre disponibilidad y se suprimieron las indexaciones. El BCRA fue autorizado a modificar el signo monetario, entonces, a partir del 1 de enero de 1992 se estableció el peso como moneda de curso legal, equivalente a 10.000 australes. El tipo de cambio pasó a ser de un peso = a un dólar.

A la par desreguló el comercio interno y de bienes y servicios del comercio externo, se crearon nuevos entes para regular los servicios públicos privatizados y se llevó a cabo una profunda reforma fiscal. También procuró el desarrolló y la modernización del vetusto mercado de capitales. Finalmente reformó el sistema de seguridad social.

El casi inmediato éxito de la convertibilidad lo erigió en uno de los ministros más célebres de aquellos años y por supuesto le reportó enormes reconocimientos locales y foráneos.

Sin embargo, el amor entre él y Menem tuvo su fecha de vencimiento y terminó apartado de su cargo luego de denunciar una variedad de casos de corrupción que comprometían al gobierno y varios funcionarios.

Creó el espacio político Acción por la República.

Fue distinguido con el Premio Konex de Platino en la categoría de administradores públicos.

Se presentó como candidato a presidente de la Nación por el partido Acción por la República del que fue su creador y presidente. Quedó en un tercer puesto con el 10 % de los votos.

Participó de la elección a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Obtuvo el segundo lugar con 33 % de votos lo que lo habilitó a disputar el ballotage con Aníbal Ibarra. Renunció a disputarlo al advertir la imposibilidad de ganarlo.

Regresó al ministerio de economía de la Nación como el salvador de su creación. La crisis económica y política que golpearon la presidencia del radical Fernando De la Rúa convenció a este que la única forma de defender y sostener la convertibilidad era convocando a su inventor.

En esta vuelta implementó el mega canje de deuda externa e impuso el “corralito” financiero en diciembre de 2001 que, consistió en la restricción de retiro de sumas de dinero y de ahorros de las cajas y los plazos fijos.

Dicha medida causó un enorme y multitudinario rechazo de la clase media que salió de inmediato a protestar a las calles; se apostó en las puertas de los bancos y en la casa de gobierno reclamando con los golpes de cacerolas la devolución de sus ahorros capturados.

A esta difícil e inmanejable coyuntura se le añadió un raid de manifestaciones de partidarios de la izquierda y otras agrupaciones políticas que reclamaron el fin de la política de ajuste.

La presión y el disgusto popular escaló rápidamente e incluyó enfrentamientos entre manifestantes y la policía, el saldo de varios muertos y una serie de saqueos en comercios.

Renunció a su cargo y tres días después lo hizo el presidente de la Nación Fernando De la Rúa.

Se derogó la ley de convertibilidad durante la presidencia provisional de Eduardo Duhalde.

Regresó a la arena política y se presentó como precandidato a diputado nacional por la provincia de Córdoba. El resultado fue muy malo, obtuvo tan solo un 1 % de votos.

Durante los años de gestión del kirchnerismo se manifestó en contra de las políticas económicas propiciadas por estos.

Volvió a la escena pública, de la mano de uno de sus grandes admiradores: el presidente argentino Javier Milei, por aquel entonces diputado de la nación, creador del espacio político La Libertad Avanza (LLA) e incipiente figura política en crecimiento. No solamente lo convocó como interlocutor y asesor, sino que reivindicó su figura y sus medidas económicas de los años ‘90.

Ha escrito varios libros, entre los que se destacan: Volver a crecer (1994), El peso de la verdad (1997), Estanflación (2008), Historia económica de la Argentina (2018), entre otros.