La palabra dinosaurio proviene del griego, concretamente de deinos, que significa terrible, y de sauros, que quiere decir lagarto. Esta definición es relativamente reciente, ya que fue acuñada en el siglo XlX por un prestigioso paleontólogo británico, Richard Owen.
Hace aproximadamente 230 millones de años, en nuestro planeta apareció un ser vivo vertebrado, los dinosaurios. Durante los siguientes millones de años, estos animales crecieron de manera espectacular. Algunos de ellos tenían una especie de coraza, otros tenían una aleta en la espalda, unos tenían dos patas y otros cuatro y en cuanto a su alimentación podían ser carnívoros, herbívoros u omnívoros. En cualquier caso, a través de los restos fósiles hallados sabemos que su aspecto era temible y que poblaron la Tierra durante 150 millones de años, cuando todavía quedaban millones de años para la aparición de los seres humanos.
En la actualidad estos animales suscitan interés porque representan una curiosidad de la evolución de las especies y no hay que olvidar que algunas películas sobre ellos han despertado el interés entre algunos sectores de la población (especialmente entre el público infantil).
La extinción
Uno de los enigmas de la ciencia está relacionado con la desaparición de los dinosaurios. No hay una teoría definitiva que explique este curioso fenómeno, por lo que coexisten varias explicaciones. Unas afirman que la cáscara de los huevos evolucionó de tal forma que se convirtió en dura, por lo que las crías no podían nacer y, en consecuencia, los dinosaurios se fueron extinguiendo lentamente. Otras visiones afirman lo contrario, es decir, que la cáscara se convirtió en fina y esto desprotegía a las crías. Estas y otras teorías no han resultado lo suficientemente convincentes para la comunidad científica en general, que sigue preguntándose por qué un animal tan fuerte y dotado desapareció.
Los hallazgos de iridio en distintos territorios del planeta indican que esta circunstancia pudo tener relación con la extinción de los dinosaurios, pues el iridio proviene de los meteoritos y hay constancia de que uno de ellos impactó sobre la Tierra en el mismo periodo en que desaparecieron los dinosaurios.
Un cambio climático significativo y la consecuente transformación del medio ambiente es otra de las hipótesis que se manejan.
El enigma sobre la extinción se encuentra todavía sin resolver. Sin embargo, los restos fósiles de los dinosaurios aportan mucha información sobre su alimentación, su tamaño y su comportamiento gregario (algo que se ha podido averiguar por las huellas aparecidas en algunos yacimientos fósiles).