Biografía de Diego Maradona

Nació en Villa Fiorito, un barrio humilde de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. Sus padres fueron Don Diego y Doña Tota. Tuvo 7 hermanos y él fue el quinto hijo de la pareja.

Dos de sus hermanos, Hugo y Raúl, también jugaron al fútbol.

Jugó en el equipo infantil los Cebollitas.

Su puesto clásico fue el de 10, mediocampista ofensivo, un magnífico armador de juego y asistencias que casi siempre terminaron en goles de compañeros o propios.

Debutó como jugador profesional en el club Argentinos Juniors y fue convocado a la selección nacional, sin embargo, no integró la lista final de elegidos para disputar el Mundial de 1978 que se celebró en Argentina

Fue escogido mejor jugador sudamericano de dicho año.

Desquitó su frustración mundialista jugando en un excelente nivel en el mundial juvenil. Fue el capitán del equipo ganador del torneo, ganaron seis partidos consecutivos y él convirtió seis goles en seis partidos.

Debutó en el primer equipo de Boca Juniors, el club de sus amores. El equipo salió campeón de su mano ese año. A partir de entonces se erigió en el ídolo máximo del club.

Se integró al Barcelona. Varias lesiones y problemas de salud afectaron su rendimiento y nunca llegó a lucir su calidad futbolística.

Integró el plantel del seleccionado de fútbol que disputó el Mundial de España, pero quedaron eliminados.

Fue contratado por el Nápoles de Italia. Debutó en el marco de la Copa de Italia, en un estadio San Paolo repleto, que lo ovacionó cuando anotó un gol.

Ganó los scudettos de 1987 y 1990; la Copa Italia en 1987, la UEFA en 1989, y la Supercopa Italiana en 1991.

Se casó con Claudia Villafañe, su novia de la adolescencia, en el marco de una fastuosa celebración en el estadio Luna Park, a la cual asistieron colegas, artistas y políticos. Tuvieron dos hijas: Dalma y Giannina.

Por otra parte, tuvo otros hijos extramatrimoniales que reconoció luego de resoluciones judiciales que lo intimaron a hacerlo: el italiano Diego Junior, Dieguito Fernando y Jana Maradona.

Fue la figura del Mundial México ’86. Se desempeñó como capitán y referente del equipo que llegó a la final con Alemania; ganó por 2 a 1 y salió campeón del mundo, generando una revolución en su país y en el mundo.

En cuartos de final, el equipo se enfrentó a Inglaterra con el recuerdo de la Guerra por las Islas Malvinas aún muy fresco, por lo cual resultó ser un partido muy especial.

En dicho encuentro anotó uno de sus goles más valorados: partió con la pelota desde atrás de mitad de cancha y gambeteó a varios ingleses antes de convertir el gol que se popularizó como “la mano de Dios” porque hubo una ayudita de ella en la conversión.

Salió subcampeón del mundo en Italia ’90. Perdieron la final ante Alemania con un cuestionado arbitraje. Siempre le echó la culpa al por entonces capo de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, a quien acusó de no dejar ganar a la Argentina.

Trascendió su adicción a las drogas y fue echado de Nápoles, en el marco de un gran escándalo que, por supuesto, afectó su carrera futbolística hasta el final.

Se incorporó al club Sevilla, que por aquel entonces dirigía el director técnico Carlos Bilardo, que lo había dirigido en la copa mundial de México, y a quien lo unió un afecto especial. Su forma física no fue la mejor y jugó tan solo 25 partidos y anotó 4 goles.

Volvió al fútbol argentino, a Newell´s Old Boys de Rosario. Jugó 4 partidos sin hacer goles y se fue.

Jugó su última Copa del Mundo, en Estados Unidos. Fue descalificado por haber consumido un remedio que contenía una sustancia prohibida conocida como efedrina. La había tomado a causa de un resfrío. Había llegado al mundial en muy buena forma y con un equipo altamente competitivo, que tras la expulsión de Maradona del certamen quedó emocionalmente devastado y fue eliminado.

Debutó como entrenador en el club Deportivo Mandiyú de la provincia de Corrientes.

Fue fichado por Boca Juniors, el club de sus pasiones. Jugó hasta 1997 con un rendimiento oscilante. Compartió equipo con grandes jugadores como su amigo Claudio Paul Caniggia, la “bruja” Sebastián Verón y “Killie” González.

Se retiró como futbolista en Boca Juniors, con un triunfo por 2 a 1 ante su histórico rival River Plate.

Le otorgaron los premios Olimpia y Clarín, en la categoría mejor deportista argentino del siglo.

Fue vicepresidente del Consejo de Fútbol de Boca hasta 2006.

Debutó como técnico del seleccionado de fútbol y disputó el mundial de Sudáfrica 2010. Argentina quedó eliminada en cuartos de final ante Alemania y dejó de dirigir a la selección.

Dirigió al equipo Al Wasi de Dubái.

Demandó a su exesposa Claudia Villafañe por estafarlo y malversar sus ganancias. Se inició una fuerte pelea mediática entre ellos y sus hijas mayores.

Fue contratado para dirigir el equipo Fujairah.

Asumió la dirección técnica del equipo ruso Dynamo Brest.

Fue designado entrenador del equipo mexicano Dorados de Sinaloa, y en 2019 renunció al cargo argumentando dolencias físicas que le impedían continuar con su actividad.

Dirigió al club platense Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Fue operado de un coágulo en el cerebro. Su estado físico se veía deteriorado cada día más.

Falleció en la provincia de Buenos Aires luego de un ataque cardíaco.

Sus hijos iniciaron una causa judicial contra los médicos clínicos y psiquiatras que lo atendieron porque consideraron que hubo mala praxis.