Algunas palabras solamente se entienden dentro de unas coordenadas concretas. El contexto en el cual se utilizan es determinante a la hora de comprenderlas. Esto es lo que sucede con el concepto de demanda.
En la economía hay dos términos estrechamente unidos: la oferta y la demanda. El conjunto de bienes o servicios que se pretenden vender forman la oferta. Las aspiraciones de los consumidores por adquirir un bien representan la demanda. Ambos conceptos están relacionados, de tal manera que al bajar el precio de un producto su demanda aumenta. En consecuencia, la cantidad demandada de un bien o producto dependerá de la evolución del precio del mismo. Según los economistas, la interacción entre la oferta y la demanda se realiza de manera espontánea, como un proceso natural de la actividad económica donde no es necesario la participación de un mecanismo de control de ningún tipo. Cuando en el lenguaje coloquial se dice que un artículo se vende mucho, esto quiere decir que tiene una gran demanda.
En el mundo del derecho una demanda es una acción legal contra alguien. Si una persona considera que ha sido perjudicado por algún motivo, presenta un documento ante un juez (la demanda), con la intención de que una autoridad legal dictamine algún tipo de reparación. Quien presenta una demanda es el demandante y la persona contra la que se actúa es el demandado, quien tiene el legítimo derecho a defenderse. Cuando la acción penal contra alguien tiene un carácter criminal, se utiliza otro término legal (jurídicamente se habla de una querella). En ambos casos, la ley establece una serie de requisitos previos, condiciones y responsabilidades. Hay que tener en cuenta que no siempre son aceptadas este tipo de peticiones y es relativamente frecuente leer o escuchar que una demanda no ha sido admitida a trámite (normalmente porque no cumple alguno de los requisitos establecidos por la ley).
Cuando una persona o un colectivo expresa una queja ante la sociedad, se dice que tiene una o una serie de demandas. Se trata de peticiones motivadas por algún malestar. En los medios de comunicación aparecen con frecuencia las demandas de algunos grupos que se consideran perjudicados por algún motivo. Este tipo de acciones tienen un carácter reivindicativo y manifiestan el deseo de mejorar unas circunstancias que son valoradas negativamente. También es frecuente utilizar el concepto de demandas sociales, no como algo específico de un colectivo sino del conjunto de la ciudadanía.
En otro sentido, cuando un individuo no tiene trabajo pero sí tiene la intención de trabajar hablamos de alguien que demanda empleo, un concepto que igualmente se utiliza de una manera general para indicar el colectivo de personas que desean conseguir un empleo.