La curaduría es una disciplina asociada al ámbito museístico, desempeñando una función de mediación entre una colección (artística, documental, arqueológica u de otro tipo) y el público que interactúa con ella.
La profesión del curador y sus funciones dentro y fuera del museo
La palabra curaduría es de origen romano y se relaciona con el acto de custodia de una persona o sus bienes. Dado que los museos nacieron en torno a la idea del resguardo de una colección, la figura del curador surgió como aquella persona que estaba al cuidado de esta.
Entre las funciones del curador (o comisario, según el país) se encontraba la investigación de la colección, su puesta en valor, la gestión de las nuevas adquisiciones y su exposición al público. Sin embargo, la labor de un curador varía mucho dependiendo de la institución en la que se encuentra: el departamento curatorial debe trabajar en conjunto con los museógrafos, conservadores, educadores, etc. Empero, dependiendo de los recursos del organismo en que se encuentre, el curador a veces debe adoptar las funciones de estos especialistas también.
Es importante señalar que la figura del curador no está restringida al museo, sino que también está ligada a otras instituciones culturales y sus colecciones: galerías, universidades, bibliotecas, espacios culturales, etc.
Entre las funciones del curador, la exhibición de la colección al público ha ido ganando peso, sobre todo con el auge de las exposiciones temporales. El curador se vuelve entonces un experto en un campo del conocimiento cuyo cometido es la organización de exposiciones. Por ende, la curaduría se encarga de decidir qué verá el público en una exposición y cómo lo hará, de relacionar las obras entre sí a través de una narrativa que presenta al público.
Si bien las instituciones culturales siguen contando con curadores permanentes encargados de la gestión de su colección, cada vez es más frecuente la contratación de curadores temporales encargados de una exposición en concreto. Igualmente, existen curadores independientes que crean un producto que ofrecen a las distintas instituciones.
Procesos de organización de exposiciones
A pesar de que la curaduría normalmente se asocia con la elección de piezas, el proceso de organización de una exposición es un proyecto complejo que entraña numerosas funciones que debe realizar el curador.
El curador, al organizar una exposición, puede encontrarse con diversas situaciones. Por un lado, es posible que tenga que organizar una exposición a partir de un tema que se le propone, para lo que tendrá que elegir una serie de objetos que le permitan contar una narrativa. Por el contrario, es posible que disponga de una colección de objetos ya determinados de los que tenga que partir para crear su narrativa.
El primer paso del curador al montar una exposición es realizar una investigación profunda tanto del tema a tratar como de los posibles objetos que la integrarán. Esto le permitirá realizar la selección de piezas que serán exhibidas. También, debe analizar el espacio del que va a disponer, para reflexionar cómo puede exhibir la obra y relacionarla entre sí. Asimismo, necesita hacer un estudio presupuestario y planificar las distintas etapas de organización de la exhibición.
Con todos estos datos, el profesional se encuentra capacitado para elaborar el guion de la exposición, redactar los textos que acompañarán a las piezas y, ocasionalmente, también elaborar el catálogo de la exposición. Finalmente, supervisa el montaje y el lanzamiento de la muestra.
La curaduría como una obra creativa
El curador está encargado de la exhibición de objetos culturales, muchas veces obras artísticas. Por lo tanto, es considerado un mediador entre el arte y el público. No obstante, en las últimas décadas se ha llamado cada vez más la atención sobre la creatividad que supone organizar una exposición.
Si bien el curador parte de obras de arte, al hacer dialogar estas piezas entre sí (ya sean artísticas o de otra índole) las dota de un nuevo sentido, creando a su vez una obra de arte original. De ahí que se haya venido destacando su figura como artista.
Referencias bibliográficas
• Hans Ulrich Obrist (2009): Breve historia del comisariado. Madrid: EXIT Publicaciones.• Alejandra Mosco Jaimes (2017): Curaduría interpretativa, un modelo para la planeación y desarrollo de exposiciones. Ciudad de México: Instituto Nacional de Antropología e Historia