Una cumbre es el punto más alto de una montaña. Su altura puede ser variada y suele tener presencia de hielo debido al frio derivado de la altitud. El hecho de alcanzar una cumbre es un deporte muy practicado por aventureros que hacen de esta actividad una verdadera proeza, desafiando las adversidades del clima; es por ello que el término cumbre suele utilizarse en muchas ocasiones figuradamente, como sinónimo de lo más alto que puede alcanzarse en una disciplina o circunstancia. Con el paso del tiempo las cumbres se van erosionando, tomando paulatinamente una forma más suave, perdiendo la montaña su altura.
Existe una lista de cumbres que son las más comentadas a la hora de hacer referencias a montañismo. Las mismas son consideradas entre las más altas existentes y alcanzan a todo el globo. Así, puede hacerse referencia al Aconcagua, en América; al Kilimanjaro, en África; al Everest, en Asia; al Monte Blanco, en Europa; al Nemangkawi, en Oceanía. En este sentido, existen otras cimas de relevancia, pero las sugeridas son las más famosas por su altura y las dificultades que ofrecen. Para acceder a cualquiera de ellas se hace necesaria una preparación especial, ya sea desde el punto de vista físico como técnico. Lamentablemente, cada tanto se hace alusión a casos de personas que pierden la vida al intentar alcanzarlas, dando cuenta de la peligrosidad de la empresa; en este sentido, las condiciones climáticas suelen ser críticas.
Como se ha sugerido, la acción de los elementos climáticos hace que las cumbres se vean erosionadas paulatinamente. Así, las mismas van perdiendo su carácter abrupto y se tornan suaves en un proceso que dura una enorme cantidad de años. Si consideramos que las mesetas son elevaciones del terreno que alguna vez fueron montañas tendremos noción de lo radical del proceso. Curiosamente, hasta hace poco se consideraba que los glaciares tenían parte en este hecho, pero últimamente algunos descubrimientos hacen creer que por el contrario, lo tornan más lento, protegiendo a las cimas de otros procesos de erosión más rápidos.
La cumbre suele simbolizar los deseos últimos del ser humano. En efecto, alcanzarla implica un gran sacrificio y trabajo, incluso puede llevar años planificar una expedición de estas características. Aquellos que se disponen a esta tarea suelen hacerlo meramente por el beneplácito de lograr algo que de antemano parece imposible. No obstante, sabemos que con el trabajo arduo y la planificación se han logrado alcanzar incluso las más difíciles.