Escritora española enrolada en el realismo y pionera del feminismo en España. Concepción Arenal ha sido una de las escritoras españolas más destacadas del siglo XIX pero también pasó a la posteridad y ganaría muchísima fama mundial por haber sido la pionera del feminismo en su patria.
Y no solo daría cátedra feminista desde los libros también le pondría el cuerpo a la lucha rebelándose a las imposiciones de su tiempo y desarrollando actividades consideradas netamente masculinas como ir a la universidad. Vestida de hombre y contra la voluntad de su mamá fue oyente y luego cursó la carrera de derecho. Una de las tantas anécdotas que pintan la impronta de esta fantástica activista por los derechos de las mujeres.
Concepción nació en La Coruña el 31 de enero del año 1820. Su padre era un militar de carrera de ideología liberal que se enfrentaría a la gestión del rey Fernando VII y ello le valdría la cárcel en varias oportunidades, y en una de esas estancias en prisión, la temprana muerte. Concepción tenía nada más que nueve años cuando su padre muere y entonces su madre sola se hará cargo de ella y sus hermanas.
Gracias a la ayuda de familiares las niñas se educan en un colegio de señoritas, algo habitual para esa época. Y de su abuela recibió una férrea educación religiosa.
Estudia leyes y se destaca en el activismo por los derechos de las minorías
Luego de completar su formación básica, Concepción, se rebela al machismo imperante y estudia en la facultad la carrera de leyes.
En el plano literario se la enrola en el movimiento realista, opuesto al romanticismo. Los escritores realistas se proponían romper de plano con la propuesta romántica e imponer una literatura más real. Escribiendo sobre la realidad social de la época y con el lenguaje correspondiente al nivel social de los personajes. Todo un hito para ese momento.
Por otra parte se debe destacar su aporte en el desarrollo de un programa que construía viviendas a obreros humildes y su rol como visitadora de las cárceles, promoviendo un mejor trato para los reos.
En el plano personal, Concepción estuvo casada con un abogado y colega, padre de sus dos hijos. Tras el fallecimiento de este a causa de tuberculosis forma una relación con un músico, Jesús de Monasterio.
Monasterio la motiva a fundar un grupo femenino de las conferencias de San Vicente de Paúl para ayudar a los pobres. Uno de sus aportes fue escribir una obra que luego presentaría en el concurso llamado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Lo haría con el nombre de uno de sus hijos primero y tiempo más tarde sería reconocida por la academia y se convertiría en la primera mujer premiada.
Fallece en Pontevedra un 4 de febrero del año 1893, a los 73 años.