La compresión es un fenómeno físico que consiste en el hecho de que un determinado objeto o sustancia vean reducido su volumen como consecuencia de estar afectados por distintas fuerzas. En general, puede decirse que todos los elementos son factibles de ser comprimidos, pero que algunos tienen más capacidad en este sentido que otros; esta característica también depende mucho del estado de la materia de dichos elementos, porque siempre tendrá, por ejemplo, más capacidad de compresión un gas que un líquido y que un sólido. La compresión también es un concepto muy utilizado en la informática, tratando de referenciar con el mismo al hecho de hacer que los datos ocupen menos espacio mediante distintos procedimientos técnicos.
La mayoría de las veces, la compresión que sufre un determinado cuerpo es ínfima como para que la podamos notar. No obstante, el fenómeno existe y tiene una explicación sencilla. Como todos sabemos, las sustancias se componen de moléculas y estas a su vez se conforman de átomos. Estos átomos tienen electrones girando alrededor de un núcleo, electrones que servirán para formar enlaces. Cuando un determinado materia se expone a una gran presión, lo que sucede es que dichos electrones comienzan a girar a una mayor cercanía del núcleo; de esta manera, una misma cantidad de materia utiliza menos espacio.
Como hemos explicado, la compresión desde el punto de vista físico sirve para dar cuenta de una técnica empleada en informática que tiene como finalidad hacer que los datos ocupen menos espacio de almacenamiento. Dependiendo del tipo de dato en cuestión la técnica podrá ser más o menos efectiva. Ahora bien, a pesar de que conceptualmente el fenómeno es sencillo de entender, lo cierto es que llevarlo a cabo requiere de algoritmos especializados y una gran capacidad; la compresión en este sentido debe entenderse como una disciplina por sí misma dentro de la informática. Al respecto, cabe señalarse que es distinto el concepto de compresión que el de compactación; en efecto, en el primero se conserva toda la información primigenia, mientras que en el segundo parte de esta información se pierde. Hoy en día este tipo de compresión es usada habitualmente con algunos programas que permiten reducir el espacio que ocupan distintos archivos; la misma, además de salvar espacio en las unidades de almacenamiento, también permite que la transferencia de estos archivos en una red sea mucho más rápida. Como podemos ver, su utilidad hace que esta disciplina siempre tenga vigencia.