Existen habilidades sociales que muestran la generosidad y el altruismo que existe en el corazón humano: el compañerismo es un claro ejemplo de cómo podemos hacer la vida agradable a los demás a partir de los detalles más pequeños. Es un gesto de compañerismo ayudar a un compañero de trabajo con una gestión en la que está retrasado con el objetivo de que pueda cumplir un plazo en concreto. Las personas que son buenas compañeras son un ejemplo a seguir, un modelo de actuación concreto que puede servir de estímulo para todos aquellos que hacen del individualismo una máxima en su vida. El compañero se da cuenta de que recibe mucho más de lo que da cuando se anima superar los límites del yo para conectar con otro ser humano desde una relación de ayuda. Una persona que es buena compañera también lo es porque tiene la humildad de reconocerse en posición de ayuda en otro momento.
Un compañero de trabajo no tiene por qué ser necesariamente tu amigo, sin embargo, eso no significa que la relación de compañerismo no sea agradable y positiva. Una buena relación de compañerismo aporta motivación a los integrantes de un equipo de trabajo y también suma autoestima.
Existen deportes que sirven para visualizar de una forma clara que el valor del compañerismo es fundamental en la consecución de metas colectivas: el fútbol es un claro ejemplo de cómo los jugadores deben de practicar la máxima de estar unidos por un objetivo común más allá de toda vanidad.
Existen puestos de trabajo en los que uno de los requisitos para optar a ese puesto de empleo es tener la capacidad de trabajar en equipo de una forma efectiva. En ese caso, ser un buen compañero es una premisa básica.
Los buenos compañeros evitan los reproches personales y siempre brindan su apoyo de forma amable. Son personas con un diálogo interior positivo, es decir, al tener una relación agradable consigo mismas también lo tienen con los demás. Ser un buen compañero es un aprendizaje que cualquier persona adquiere a lo largo de su vida a partir de la experiencia. Los niños potencian el compañerismo en el colegio al relacionarse con otros niños.
Un buen compañero es una persona tan humana como las demás, es decir, también tiene errores y defectos. Sin embargo, su actitud es muy positiva y receptiva hacia el otro.