Para comprender un concepto vale la pena analizar su sentido etimológico. Civismo viene del latín civitas que significa ciudad y que luego deriva en civilización y, al mismo tiempo, del sufijo ismo, que quiere decir sistema, movimiento o escuela. De esta manera, se podría afirmar que el civismo es un sistema relacionado con aquello que nos convierte en personas civilizadas
Una persona la consideramos cívica si mantiene unas normas de conducta respetuosas con lo que establece la ley y en relación con sus semejantes.
El civismo es el conjunto de normas, leyes y pautas de comportamiento dentro de una sociedad. Suele haber consenso con respecto a la idea de civismo: toda conducta que favorezca la buena relación entre los individuos dentro del marco social. Si bien la idea general de civismo es compartida de manera mayoritaria y desde un punto de vista teórico, a la hora de convivir se dan muchas situaciones incívicas. Hay un desajuste entre la teoría y la práctica o, dicho de otra manera, sabemos lo que es correcto, pero no siempre lo cumplimos. Veámoslo con un ejemplo muy frecuente. Todo el mundo sabe que hacer ruido por la calle durante la madrugada es una muestra de incivismo y, a pesar de ello, estas situaciones continúan ocurriendo de manera constante.
El civismo se concreta en una serie de pautas morales, educativas y formativas que se aprenden en el ambiente familiar. Con posterioridad. el civismo se enseña en el colegio como un aspecto complementario al estudio de las materias. En algunos países, el civismo se estudia como una asignatura específica ( un apartado de la asignatura de Ética o, en el caso de España, en la materia denominada Educación para la ciudadanía ).
Ya sea en el seno familiar o en la escuela, el civismo es un elemento imprescindible para que la convivencia social sea armónica y con los menores conflictos posibles.
En la actualidad hay varias situaciones donde existen problemas relacionados con la ausencia de civismo: el acoso escolar o bullying, la suciedad de las ciudades por no utilizar papeleras o los excrementos de perros por falta de conciencia ciudadana.
Por último, hay que tener presente que cada cultura tiene su propia valoración sobre el civismo. Lo que en un país está tolerado e incluso bien considerado, en otro puede ser algo ofensivo e inadecuado. En consecuencia, el civismo hay que entenderlo como una idea general ( en todos los pueblos hay unas normas sociales ) que se concreta en un contexto humano determinado.