El cristianismo, religión que sigue en la fe a Jesucristo, se encuentra dividido en tres ramas fundamentales: el protestantismo, la ortodoxia y el catolicismo. Esta última, es la que cuenta con la mayor cantidad de fieles, abarcando a un 18% de la población mundial, y, a diferencia de las otras dos, cuya sede episcopal se encuentra en la Santa Sede de Roma, se reconoce como heredero de San Pedro, quien habría sido el fundador de la Iglesia católica siguiendo las órdenes de Jesús. Respecto de su ideología, el catolicismo pone un fuerte énfasis en la evangelización, en el amor al prójimo y en el perdón de los pecados como forma de acceder al reino de los cielos.
Historia
Como sucede a menudo con las religiones, en la historia del surgimiento del catolicismo se entremezclan aspectos tanto míticos como fácticos. En este caso, Jesús de Nazaret es reconocido como la figura que dio origen a esta religión al ser concebido por sus fieles como el mesías anunciado en el Antiguo Testamento.
Para la difusión de la religión católica, los apóstoles, es decir, el círculo cercano a Jesús, jugaron un rol fundamental ya que su tarea implicó la prédica de la palabra de Dios para extender el mensaje de Cristo por el mundo. Así, según el catolicismo, el apóstol San Pedro habría sido el fundador de la primera Iglesia católica, siguiendo las órdenes de Jesús. A partir de ese momento, el catolicismo comenzó a avanzar, aunque con dificultades ya que pasó a ser un dogma prohibido por el Imperio Romano, eje de poder en el mundo antiguo. En ese sentido, un punto de inflexión lo constituyó el Edicto de Milán, promulgado en el año 313, por el cual Roma estableció la libertad de cultos y, al adquirir estatus de religión, el catolicismo dejó de ser perseguido. Su avance fue tal que para el año 380, el Imperio Romano adoptó al catolicismo como religión oficial y en el siglo subsiguiente se extendió por gran parte de Europa, el norte de África y la zona del Levante mediterráneo.
Sin embargo, el catolicismo sufrió la división en dos iglesias a partir del Gran Cisma del siglo XI: la Iglesia católica de Occidente y Iglesia ortodoxa de Oriente. Ello significó un golpe que debilitó su poder. Posteriormente, en el siglo XIV, se generó un nuevo conflicto por el cual tres personas se autoproclamaron Papas, lo cual nuevamente debilitó el poder de la Iglesia católica. Más allá de lo mencionado, la Edad Media fue el período de la historia de mayor poder de la Iglesia católica ya que se institucionalizó el dogma católico en toda Europa, la fe se antepuso a la razón, y se llevaron a cabo grandes desarrollos culturales y artísticos de orden católico.
Para el período moderno, la Iglesia católica sufrió un nuevo golpe producto de la Reforma Protestante iniciada en 1517. Sin embargo, en este momento el catolicismo se expandió y afianzó por América. Asimismo, este fue el período en que se puso énfasis en la persecución de la herejía a partir de la llamada “Santa Inquisición”.
En la actualidad, el catolicismo es la rama del cristianismo con más fieles a nivel mundial ya que cuenta con alrededor de 1360 millones de creyentes. Asimismo, aún conserva su poder político y social en el mundo occidental.
Principios
El catolicismo es una religión que se caracteriza por difundir los mensajes de Jesucristo. La misma sostiene la creencia en la Santísima Trinidad, en el perdón de los pecados, la resurrección, la vida eterna en el cielo o en el infierno, la inmaculada concepción de la virgen y la existencia de santos, ángeles, y el demonio. En este sentido, vale señalar que el texto fundamental del catolicismo del cual parten dichas creencias, es la Biblia. Este libro está constituido por las Sagradas Escrituras conformadas tanto por el Antiguo como por el Nuevo Testamento.
Por otro lado, se caracteriza por promulgar siete sacramentos que ayudan a lograr la unión con Jesús. Los mismos son: el bautismo, la confirmación, la eucaristía, la penitencia, la unción de los enfermos, el orden sacerdotal y el matrimonio. Los mismos solo puede ser administrados por los sacerdotes católicos.
Por último, respecto de su organización, la Iglesia católica se caracteriza por ordenarse de forma piramidal en cuya cúspide se ubica el Papa de Roma (actualmente, Francisco I), a él le continúan los obispos, luego los sacerdotes y, finalmente, los fieles. Según el rol que ocupen, poseen diferentes funciones.