El popular refrán dice que la tercera es la vencida pero en el caso del particular y polémico rey inglés Enrique VIII tal número no corresponde ya que en su caso podríamos decir que la sexta esposa fue la vencida y ella es justamente la mujer que nos ocupará a continuación Catalina Parr.
Catalina nació en Londres en el año 1512 y pasó a la historia precisamente por ser la última en ocupar el rol de reina consorte del monarca Enrique VIII, incluso lo sobrevivió.
En tanto, hay otra curiosidad que la destacó en la historia y es que contrajo matrimonio en cuatro oportunidades.
Parr disponía de un origen noble, su padre, Sir Tomás Parr era descendiente directo del rey Eduardo III.
Cuando tenía nada más que 17 años de edad, Catalina, se casó por primera vez con Lord Eduard Borough, sin embargo, el matrimonio duraría pocos años ya que en el año 1533 fallece.
Pasaría un año nomás de viudez y en 1534 Catalina vuelve a casarse, esta vuelta con el Baron John Neville, quien a los pocos años correría también la misma mala suerte que su marido anterior y fallecería.
Su tercera apuesta marital la acercó a la monarquía, ya que se casó con Thomas Seymour hermano de la reina consorte por aquel entonces Juana Seymour.
En tanto, esta cercanía sería determinante para acercar a Catalina y al rey Enrique VIII quienes se conocerían en la casa de la hija de éste.
Cuando Catalina pide una visita al rey para interceder por su cuñada acusada por el monarca de grave adulterio, Enrique, se deslumbra con Catalina y en lo único que piensa es en casarse con ella y entoncea a esta no le quedó más opción que aceptar la proposición y casarse con el rey, porque quien se le atrevería con un no…
El 12 de julio del año 1543 formalizan la unión y de este modo Catalina se convierte en reina de Inglaterra pero también inaugura el reinado de Irlanda porque su esposo asumió el título de rey de ese país.
Cabe destacarse que Catalina asumiría el rol de regente del gobierno cuando su esposo se embarcó a la campaña de Francia.
Y no lo haría para nada mal y en ello mucho tuvo que ver su temple fuerte.
También fue decisiva para acercar a Enrique a sus dos hijas: Isabel, la futura Isabel I y María.
Incluso muchos señalan a Catalina como una gran influencia sobre la conformación de la personalidad de Isabel.
Catalina sobrevivió al rey y por ello gozó de una notable pensión por ser la viuda del monarca.
Su fallecimiento se produciría el 7 de septiembre del año 1548.