El caos debe entenderse como ausencia de orden alguno. Esta circunstancia hace difícil, por no decir imposible, establecer relaciones de causalidad en un sistema que se establece como caótico. Dada esta circunstancia, será imposible conocer el futuro de forma razonable, hecho que contribuirá a la incertidumbre acerca del mismo. Dado que muchas de las circunstancias humanas están sujetas a esta condición, no debe sorprender que hayan existido numerosas reflexiones al respecto, hasta el punto de esbozarse una teoría que intenta describirlo en alguna medida; dicha teoría es la denominada teoría del caos, un área de la matemática que ha generado numerosas aplicaciones.
Es interesante considerar que el caos es un elemento que fue considerado por diversas culturas primitivas, haciendo del mismo una explicación mitológica. En efecto, antes de existir el orden visible, la existencia solía estar sumida en un caos primigenio que debía ser eliminado por una deidad. En algunas explicaciones míticas incluso es el caos el fin del universo conocido, hecho que llegaría luego de un cataclismo que afectaría toda la naturaleza. Estas someras valoraciones, nos dan la perspectiva de que la ausencia de orden es una circunstancia que ha fascinado a los hombres desde tiempos inmemoriales, circunstancia que todavía se mantiene presente.
El estudio del caos tiene aplicaciones muy concretas en la práctica. Una de ellas es la meteorología. En efecto, es muy difícil poder considerar la evolución de las condiciones meteorológicas que afectarán una zona puesto que las mismas carecen de leyes exactas que puedan dar cuenta de un comportamiento específico. Este hecho ha motivado que sean infructuosas las distintas tentativas de generar una predicción exacta del futuro. El hecho en cuestión es que pequeñas modificaciones en un sistema meteorológico generan nuevos escenarios imprevistos. Es por ello que en general las previsiones en términos meteorológicos suelen referirse a un evento futuro muy cercano en el tiempo, en donde los cambios de escenarios son poco probables.
Otro ámbito en donde es frecuente oír de consideraciones acerca del caos es el de las finanzas y el mercado de capitales. En efecto, en este contexto, los precios de los activos suelen tener un comportamiento errático, circunstancia que hace difícil conocer cómo será la evolución de los mismos. Si fuera fácil, sería también fácil lucrar con estos precios. Es por ello que las teorías más aceptadas suelen hacer referencia a la aleatoriedad en el mercado, a la imposibilidad de establecer formas de conocer de antemano los escenarios futuros.