BIVA es un reciente mercado bursátil instaurado en México, siendo la segunda alternativa de inversión y financiamiento después de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la cual fue consolidada en 1975 por la entrada de la ley del mercado de valores, siendo la principal acaparadora de las ofertas en el mercado de títulos y valores hasta el año 2018, data del inicio de operaciones de BIVA, resultando en la competencia directa de la BMV, ampliando el mercado con mayores opciones a empresarios e inversionistas.
Cabe destacar que en ciertos países con economías desarrolladas existen hasta tres índices bursátiles, Estados Unidos es un ejemplo masivo de diversificación donde existen hasta once índices, claro que de diferentes tamaños, clasificados por la cantidad de ofertas y empresas afiliadas, el principal es el Dow Jones, seguido del NASDAQ 100, ubicando en tercero el NASDAQ, y debajo de estos están el S&P 5000 y el AMEX en quinto.
La aparición de un nuevo mercado bursátil se traduce en crecimiento económico, ya que no solo se integran nuevas opciones de inversión, sino también el surgimiento de nuevas empresas con las ansias de capitalizar para crecer, con lo que aumenta el empleo y muchos otros beneficios económicos, como una estable balanza comercial y el aumento del PIB. Además sucede una segmentación, generando ágil forma de búsqueda accionaria, permitiendo la identificación rápida de las diferentes opciones. La búsqueda de expansión y diversificación es la causa del origen de este tipo de índices.
Las empresas que suelen cotizar en el BIVA hasta ahora no son de tan alta capacidad, pero sí de mediana capitalización, lo cual es genial para inversionistas nuevos y pequeños. Cabe destacar que muchas de las instituciones que no llegan a cumplir los requisitos para entrar a la BMV tienen a BIVA como una estupenda disyuntiva, adecuándose a su capacidad.
Tecnología como parte determinante del BIVA
El BIVA entró al mercado de una manera innovadora, con una tecnología de punta avalada por la segunda bolsa en Estados Unidos NASDAQ, qué mejor que este respaldo para ofrecer confianza y seguridad. Gracias a esto, se pueden conectar operadores de todo el planeta, bajo el resguardo de las plataformas BIM y BIVA T softwares de construcción de información, soporte de datos, monitoreo y diseño gráfico de lo más moderno. No por nada en NASDAQ cotizan las más importantes empresas tecnológicas en el mundo, como Adobe, Dell, Cisco y Microsoft, por mencionar algunas relevantes en este sector. Para invertir e interactuar en dicho mercado se utilizan plataformas de brokers conocidas como tradings, que se han vuelto la manera más sencilla de realizar operaciones, los más destacados son e-toro y plus 500, con estos mismos se pueden empezar actividad en BIVA.
Todo nuevo índice tiene detrás a una empresa que la sostiene, en el caso de BIVA es la sociedad conocida como Central de Corretajes, administradora de un grupo de empresas que presentó el proyecto a las autoridades financieras y fiscales del país en el año 2015. Después de varias gestiones y correcciones fue aprobado, y suponiendo un éxito de manera inmediata. Este registro ante las autoridades correspondientes es otro factor que aporta confianza y transparencia.
Oportunidad de financiamiento
El BIVA se adapta a los pequeños y medianos empresarios, y para ingresar solo se necesita un mínimo de acciones a ofrecer del 15% ante el valor de una empresa de mínimo 150 millones de dólares. Los beneficios se obtienen una vez que se forma parte de este índice se pueden definir de la siguiente manera:
– Estabilidad en mercado
– Mejores ofertas (es importante destacar que empresas que cotizan en la BMV también lo hacen en BIVA)
– Competitividad
– Oportunidad de crecimiento al exterior.
Este índice ya lleva algunos años funcionando exitosamente. Un sector que se ha visto beneficiado en este índice es el inmobiliario, el cual nunca había estado cotizando en bolsa y su financiamiento era por parte de créditos e inversiones tradicionales, y gracias al surgimiento de BIVA encontró una nueva manera de crecer.