Se produce un boicot cuando alguien presiona a un individuo o entidad con el fin de ocasionarle algún perjuicio. Generalmente este término está asociado a la actividad comercial, pues son las empresas las que suelen padecer este tipo de acciones.
Boicotear supone una manera de bloquear o coaccionar y puede tener un fin legítimo y razonable o, por el contrario, utilizarse como una estrategia perversa e inaceptable.
Modalidades de boicot
Si una entidad fabrica sus productos en un régimen de explotación, los ciudadanos y organizaciones de consumidores pueden impulsar una campaña para que no se consuman sus productos. Con este boicot se busca un cambio en la política de la empresa.
Desde un planteamiento político algunos países han sido boicoteados por diferentes motivos (por ejemplo, varios países se negaron a participar en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 porque la antigua Unión Soviética había invadido Afganistán).
Se puede realizar un boicot de manera individual o colectivamente, con una motivación ideológica, comercial o por motivos de conciencia e incluso por una mezcla de todas ellas.
El boicot en las aulas
Algunos centros educativos presentan una gran conflictividad. En ese contexto, hay grupos de alumnos que dificultan la actividad del profesorado (con interrupciones constantes o alterando el orden en la clase). Esta forma de boicot perjudica a los profesores y a los alumnos que quieren aprender.
El curioso origen de la palabra
Un administrador de fincas británico de finales del siglo XlX y cuyo apellido era Boycott se negaba a aplicar una serie de mejoras en las condiciones de vida de los granjeros que trabajan las tierras que él gestionaba. Al adoptar esta actitud intransigente, de manera espontánea se fue organizando una campaña contra Boycott y nadie quería mantener ninguna relación laboral o comercial con él. Esta campaña se hizo muy popular y en la prensa apareció un nuevo término para referirse a ella: boicot. Así, el apellido de este personaje dio origen al término.