Fue un político argentino que ejerció una notable influencia en su país por casi dos décadas, entre 1810 y 1827, promoviendo sustanciales reformas en los planos político, social, y económico.
Ferviente defensor de la Revolución de Mayo de 1810 comenzó su crecimiento político tras este suceso histórico.
Se lo recuerda más por haber sido el primer presidente de Argentina, inaugurando este cargo en 1826, que en su país, con un fuerte perfil presidencialista ha sido y es el más preciado políticamente y ha engendrado el célebre anhelo de los dirigentes de sentarse en el «sillón de Rivadavia», tal como se denomina popularmente al sillón presidencial en Argentina
Sin embargo, ha ocupado otros puestos desde los que también dejó su huella ideológica alineada con el Unitarismo: Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores durante la gestión de Martín Rodríguez, Ministro de Gobierno y Hacienda y Ministro Secretario de Guerra del Primer Triunvirato.
Nació en Buenos Aires, en el año 1780, cuando aún gobernaba España, a través del Virreinato del Río de la Plata.
Era hijo de un abogado español y aunque tuvo la posibilidad de formarse en el Real Colegio de San Carlos (hoy Nacional Buenos Aires) decidió abandonar los estudios antes de graduarse y optó por una formación autodidacta que le reportó una gran cultura y visión, por la cual se lo recuerda como un gran ilustrado.
Tuvo una participación militar durante las Invasiones Inglesas defendiendo a la nación y fue uno de los que participó del Cabildo Abierto en la semana de Mayo que apoyó la destitución del Virrey.
Su posición a favor del centralismo porteño lo llevó a oponerse a la incorporación de los diputados del interior en la Junta Grande.
Se enfrentó al Libertador General San Martín cuando decidió no darle los fondos para la campaña de Perú, y sin duda, esta decisión sumada al préstamo que solicitó a la Casa Baring de Londres por un millón de libras, para efectuar obras en el puerto, y otras reformas, y que en la práctica se dirigieron a gastos improductivos y terminó por generar la interminable deuda externa del país, le granjearon una tremenda impopularidad a lo largo de la historia
Muchos historiadores consideran que sus viajes al exterior lo convirtieron en un admirador de Europa que quiso equivocadamente trasladar el modelo liberal a su país que no estaba preparado ni política ni socialmente para ello.
Otro frente adverso que se abrió con la implementación de reforma eclesiástica fue con la Iglesia, a la que le suprimió poderes y expropió bienes.
En el plano político suprimió los cabildos, instituciones claves de la colonia, e impuso una ley electoral novedosa, pero ambiciosa, para aquellos años.
En 1826 impulsó la sanción de una Constitución criticada por su fuerte espíritu unitario que terminó por generar un enorme descontento de las autoridades y los caudillos del interior, cuyas presiones terminaron por desgastar al presidente que en 1827 renunció a su puesto como tal
Su salida intempestiva del gobierno marcó también su final político: decidió exiliarse en España donde falleció en una situación económica bastante adversa en 1845, a los 65 años.