Fue el rey del humor televisivo británico por más de tres décadas con el emblemático programa El Show de Benny Hill que se emitió largo tiempo por la BBC, y luego por Thames Televisión, y que también cosechó una frondosa audiencia en varios países de Latinoamérica y España.
Nació en Southampton, en el año 1924, con el nombre de Alfred Hawthorn Hilly.
Su vida personal fue bastante singular y alejada de los lujos y excentricidades en las que uno suele pensar viven los artistas exitosos como él
Nunca se casó, a pesar que estuvo enamorado de algunas mujeres con las que quiso casarse y ellas lo rechazaron, y vivió junto a su madre en un departamento que alquilaba cerca de los estudios donde grababa su famoso show.
Si bien ganó dinero con su programa era una persona de comportamiento austero, a la que le gustaba caminar antes que tomar taxis y arreglar la ropa que se le rompía en lugar de comprar nueva, lo que hoy diríamos un anti divo.
El impulso artístico se lo dio su abuelo, presentó su show personal en diversos espacios nocturnos que lo contrataban, durante largos años, y finalmente sacaría chapa de híper famoso cuando triunfó en tevé con el mencionado Show de Benny Hill
El programa presentaba una serie de sketches en los que Hill siempre era el protagonista y predominaban las bellas mujeres con poquísima ropa.
Por los contenidos de sus sketches algunas personas lo cuestionaron severamente y hasta catalogaron a su protagonista y al programa de sexista, y de utilizar a las mujeres meramente como objetos
A favor del humorista debemos decir que en aquellos años en que se emitió estas caraterísticas eran presentadas por casi todos los programas de humor.
En 2007 hasta se lanzó una campaña en Gran Bretaña que terminó sacando del aire sus programas
Su final estuvo bastante alejado de las luces que supo disponer en tiempos de éxito, ya que la muerte lo encontró solo y bastante enfermo del corazón y de sobrepeso, en su departamento.
Hacia tan solo unos pocos años la última cadena que emitió su show decidió sacarlo del aire por considerar que su programa se había vuelto muy machista.
El humorista se murió sin comprender esa lluvia de críticas, a las que consideró infundadas e injustas, y por supuesto se sintió muy mal y menospreciado
De acuerdo a su propia visión, su programa mostraba lo opuesto: hombres exitosos que no son divertidos, mientras que los fracasados sí lo son…
Un productor y amigo, alarmado por la falta de contacto con él durante varios días, lo fue a buscar a su casa y lo encontró muerto, corría el año 1992.