Los Bee Gees fueron una de las agrupaciones musicales más importantes del siglo pasado.
Su impronta musical asociada especialmente a la música disco los convirtió en la década del setenta en representantes indiscutidos e íconos de este género que en el mencionado tiempo supo captar el gusto de los jóvenes de la mayor parte del mundo.
La agrupación se formó en las postrimerías de la década del cincuenta, en el año 1958 y sus integrantes eran tres hermanos, Maurice, Robin y Barry Gibb.
Los hermanos habían nacido en la Isla de Man, en la capital Douglas y estaban especialmente influenciados por la música como consecuencia que su padre era percusionista y su madre era cantante.
Cuando corría el año 1958, la familia Gibb emigró a Australia y allí es donde terminaría formándose la agrupación.
Al comienzo no fue para nada sencillo salir del ostracismo, si bien realizaban presentaciones en algunos clubes nocturnos el reconocimiento no les llegaría de inmediato… }
Algo que tampoco ayudaría en aquellos tiempos era la fiebre despertada por los Beatles que de algún modo ponía en segundo plano cualquier otra agrupación que apareciese por más original que fuese, las comparaciones eran inevitables…
Pero ellos supieron esperar el momento indicado y no se dieron por vencidos, fueron pacientes y esperaron.
El gran suceso se produce en la década del setenta y está vinculado con la fiebre disco que generó la cinta Fiebre de Sábado por la Noche, protagonizada por el actor John Travolta y en la cual los Bee Gees fueron los responsables de la banda sonora.
Bautizada como Saturday Night Fever fue el álbum más exitoso de la agrupación, y claro, el más recordado por crítica y público.
Staying alive, How deep is your love, Night fever, If I can’t have you, son algunos de los sencillos más destacados y bailados.
En tanto, la asociación artística con el empresario y productor australiano Robert Stigwood sería clave en esta época y en ese estallido de fama.
En la década del ochenta la banda se mantuvo menos activa que en la década anterior y supo realizar colaboraciones con otros artistas.
En el año 2003, la muerte de uno de sus integrantes, Maurice Gibb, marcó el final de la banda por un tiempo.
En 2009, ya recuperados, los dos miembros restantes, Robin y Barry, decidieron volver al ruedo, sin embargo, en 2012, la muerte de Robin marca el final definitivo.
Muestra del impresionante éxito cosechado por esta banda fueron los más de trescientos millones de copias que han vendido en todo el mundo.