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Historia/mito de Atalanta

Laura Cabrera Guerrero
Historia del Arte
Atalanta es una heroína de la mitología griega. Cazadora consagrada a la diosa Artemisa, y la única mujer que partió en la famosa travesía de Jasón y los Argonautas, en busca del Vellocino de oro.

Toda una superviviente

El padre de la joven, obsesionado con el linaje y prolongar su estirpe, tan sólo deseaba hijos varones, no tenía ninguna intención en criar a niñas, pues consideraba al sexo femenino extremadamente frágil. Debemos tener en cuenta lo habitual que era la fuerte misoginia entre los griegos en época clásica, donde las mujeres no tenían prácticamente derechos, quedaban limitadas a tener hijos, cuidar la casa y criar a sus niños.

Cuando nació Atalanta, el padre se sintió desengañado, había esperado impacientemente el nacimiento, convencido de que sería un varón. Al ser niña, los padres, si es que se les puede llamar así, con extrema crueldad (ni siquiera se dignaron a criar a la pobre recién nacida) la abandonaron a su suerte en el bosque, sin mostrar piedad por la pequeña indefensa. Eso era el equivalente a una sentencia de muerte para un bebé.

A pesar de sus difíciles inicios en la vida, Atalanta fue afortunada. La diosa de la luna y la caza, Artemisa (o Diana en romano) se apiadó de ella y envió a una osa que arropó con su espeso pelaje a la pequeña, y además la amamantó, para que no muriera de hambre. Por lo tanto, desde tan pequeña, Atalanta se acostumbró al entorno natural, salvaje y a los animales que lo habitaban.

Siendo aún pequeña, una pareja de cazadores la encontraron mientras inspeccionaban el bosque, y decidieron llevarla con ellos a su hogar, cuidarla y ofrecerle la mejor crianza que pudieran permitirse.

Ágil, grácil y fuerte cazadora

Atalanta se convirtió en una joven mujer fuerte, ágil y muy bella. No le faltarían pretendientes, pero ella, desde que descubrió la caza a una edad tan temprana, decidió no casarse jamás. Se mantendría virgen por siempre, para poder consagrarse con la diosa Artemisa, aquella que le había salvado de su cruel destino al enviarle a la osa que la cuidó cuando era un bebé.

Como vivió siempre en el bosque, en la cabaña de los cazadores, y se movía libremente entre las vastas extensiones de aquellas tierras, no fueron pocos los peligros con los que se topó a lo largo de los años, muchísimos obstáculos que obviar. Uno de los más memorables fue cuando se encontró con dos centauros, criaturas por lo general violentas e irracionales, que intentaron acorralarla y violarla. Pero Atalanta, que sabía usar muy bien el arco y las flechas y tenía una excelente puntería, mató a ambos a flechazos, sin dejar que la rozaran.

La caza del jabalí de Calidón

Esta es otra de las hazañas más famosas en las que participa la heroína. En Calidón, una antigua ciudad griega, hubo un rey llamado Eneo, que cada año llevaba a cabo unas celebraciones en las que su pueblo realizaba sacrificios y toda clase de ofrendas a los dioses. Uno de esos años bajo su reinado, Eneo se olvidó de la diosa Artemisa, que no recibió ningún tipo de sacrificio u ofrenda en su honor. La diosa de la caza, enfurecida, llevó hasta la ciudad a un gigantesco jabalí feroz, que arrollaba cuanto encontraba a su paso, destrozó todos los campos de conreo y viñedos del exterior de Calidón. Los ciudadanos que vivían en el campo, a las afueras de la ciudad, huyeron despavoridos hacia el interior, encerrándose detrás de las murallas para escapar de ese terrible jabalí. Varios hombres, los más valientes, decidieron salir de la protección de las murallas para enfrentarse al jabalí y aniquilarlo. Sin embargo, Artemisa, no contenta con el animal que hizo aparecer, decidió enviar también a Atalanta, porque sabía que la presencia de una mujer cazadora sólo lograría generar mayor caos y conflicto entre los cazadores. Y así fue, algunos de ellos se negaron a participar en la caza junto a una mujer, que por muy bella que fuera no podía compararse a la agilidad de un hombre, o eso creían. Igual que cuando nació, Atalanta fue rechazada únicamente por ser mujer. Hubo una excepción, la de Meleagro, el hijo de Eneo y por lo tanto príncipe de Calidón. Quedó fascinado por la belleza de Atalanta e insistió al resto en que la dejasen ir a por el jabalí con ellos.

Fue Atlanta la que logró disparar la primera flecha al furioso jabalí, y después Meleagro lo mató. Cuando regresaron al interior de la ciudad, ofrecieron la piel del jabalí como premio a Meleagro, por acabar con aquella bestia, aunque él, con honestidad, lo rechazó y lo cedió a Atalanta, explicando que lo que había hecho fue tan sólo rematarlo, la primera en herirlo y hacerle brotar sangre fue ella.

La astucia de Hipómenes

Pese a ser una de las mujeres vírgenes del séquito de Artemisa, existía una profecía formulada por el famoso Oráculo de Delfos la cual anunciaba que si algún día Atalanta se casaba, acabaría convertida en animal, o lo que es lo mismo, sufriendo una metamorfosis.

Como tenía muchos admiradores, pero ella trataba de evitarlos a toda costa, se le ocurrió proponer una carrera a todos aquellos interesados en pedir su mano. La tendrían únicamente si ganaba. Pero Atalanta era tan veloz que la victoria era siempre suya.

Hasta que un día apareció Hipómenes. Sabía bien de las capacidades de Atalanta, por lo que aceptó la carrera con un pequeño ardid: tenía en su poder unas preciosas manzanas doradas del mágico jardín de las Hespérides, que le había entregado la mismísima diosa del amor y la belleza: Afrodita. Hipómenes fue dejando caer aquellas manzanas en el terreno de la carrera y Atalanta, al ver aquellos frutos brillantes y perfectos, no podía evitar pararse a recogerlos. Así fue como Hipómenes llegó el primero a la meta.

La pareja, muy enamorada, tuvo un final desdichado: irrumpieron en el templo dedicado a la diosa Deméter (o Cibeles en romano) para mantener relaciones, y esta, enfurecida por semejante agravio, los convirtió en leones, obligados a tirar de su carro para toda la eternidad.


Autora

Escrito por Laura Cabrera Guerrero para la Edición #133 de Enciclopedia Asigna, en 02/2024. Laura es estudiante avanzada en la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona. Aficionada a leer y escribir sobre la historia, el arte, la mitología, la música y la literatura.