La idea de arte se puede concretar partiendo de la enumeración de las siete artes tradicionales o clásicas: Pintura, Escultura, Danza y Teatro, Literatura, Música y Cine. Todass estas manifestaciones son una expresión de creatividad, es decir, de arte.
Entre las artes mencionadas hay dos, la danza y el teatro, que son las actividades fundamentales que conforman las Artes escénicas, llamadas así porque se presentan en algún tipo de escenario.
Los géneros de las Artes escénicas
El teatro y la danza tienen géneros muy diversos: ópera, zarzuela, representaciones teatrales tradicionales, performances, recitales, cabaret, guiñoles y títeres y, en definitiva, un amplísimo espectro de actividades en las que unos artistas muestran su arte a un público en un escenario. El concepto de escenario ha ido cambiando a lo largo de la historia: desde los teatros clásicos de Grecia y Roma, hasta las actuaciones callejeras en nuestros días, pasando por el teatro de corrales y otros modelos de espacios escénicos
Escenografía: estructura y puntos clave
Cualquiera de las representaciones mencionadas implica que un director de escena debe coordinar elementos distintos que forman parte de un escenario: la iluminación, el decorado, el vestuario, la música, la ambientación, etc.
Estudio y formación de las Artes escénicas
Los géneros ya mencionados y los elementos propios de la escenografía ya indican que las Artes escénicas tienen entidad suficiente para establecer una formación académica.
Los estudiantes que se forman en las escuelas especializadas deben prepararse en actividades variadas: técnicas de interpretación, fundamentos de la voz, historia del teatro, expresión corporal, técnicas audiovisuales o la gestión de proyectos teatrales. Los contenidos de estas materias tienen una finalidad evidente: la formación de los futuros actores.
En este sentido no hay que olvidar que un actor debe recitar, bailar, mover su cuerpo adecuadamente y, en pocas palabras, comunicarse con el público. Por otra parte, hay que tener muy presente que para un escenario tenga vida es necesario la asistencia de espectadores, para lo cual es preciso una estrategia de gestión.
El mundo de las Artes escénicas engloba, por lo tanto, tres elementos relacionados: la formación de los intérpretes, la escenografía como marco de referencia y el negocio del espectáculo (el conocido Show Business).
Un actor en el escenario es un intermediario entre un creador (por ejemplo, un autor teatral) y el público asistente a una obra. Así, el actor se convierte en un intérprete que, orientado y guiado por un director, intenta comunicar en un escenario ideas y emociones a los espectadores.