Biografía de Artémides Zatti

Nació en Boretto, en la provincia de Regio Emilia, en Italia, en el seno de una familia de granjeros muy modesta. Desde pequeño estuvo acostumbrado a trabajar y a sacrificarse como lo hicieron sus padres.

Emigró con su familia a la Argentina para buscar mejores condiciones de vida y escapar del hambre. Se asentaron en la localidad de Bahía Blanca, donde ya residía un tío suyo con su familia.

Asistió a la parroquia salesiana y se convirtió en ayudante del párroco.

También trabajó en la venta de baldosas.

Su intensa vocación religiosa lo animó a ingresar a la Comunidad Salesiana. Tenía 20 años.

Cuidó de un sacerdote enfermo de tuberculosis, y al tiempo, él mismo contrajo la enfermedad que derivó en una grave congestión pulmonar que le impidió graduarse y recibir los hábitos.

Con su vida en peligro, fue trasladado al Hospital de Viedma y se encomendó a la Virgen María Auxiliadora.

El superior y capellán del lugar le dijo que si se reponía lo invitaba a que se dedique el resto de su vida a curar a los enfermos del lugar. Y así fue…

Se curó y cumplió con su promesa. Renunció al sacerdocio y consagró toda su vida a curar enfermos, dentro y fuera del hospital, y también colaboró muchísimo en su sostenimiento y mantenimiento.

Trabajó también para la farmacia del hospital.

Se diplomó como enfermero y dirigió la construcción del nuevo hospital.

Sufrió una caída y terminó postrado en una cama. Al tiempo se manifestaron síntomas de padecimiento de tumores.

Falleció en Viedma y sus restos fueron inhumados en la capilla de los salesianos de dicha localidad. Tenía 70 años.

Se le atribuyó el primer milagro: Carlos Bossio, quien había padecido una septicemia y los médicos decretaron que no la superaría, pudo hacerlo, gracias a que sus familiares, sin resignarse, le rezaron a Artémides. Tras esas plegarias, Bossio, se recuperó al día siguiente.

En la actualidad, Bossio, es director de la Casa Salesiana en la localidad cordobesa de Colonia Vignaud.

Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II.

Fue canonizado en una ceremonia oficiada por el Papa Francisco, en el Vaticano. Fue presidida por el propio Papa, y acompañada por religiosos argentinos, pertenecientes a la comunidad salesiana, que se trasladaron a la sede central de la Iglesia en Roma, para presenciar este evento histórico para la Iglesia argentina.

Cabe destacarse que, para la comunidad Salesiana el acontecimiento guarda una relevancia inédita porque se trata del primero que pertenece a la misma y que no fundó la congregación. Alcanzó el grado de salesiano coadjutor.

La Pía Sociedad de San Francisco de Sales, o Pía Sociedad Salesiana, Sociedad de Francisco de Sales, o simplemente Salesianos de Don Bosco, es una congregación religiosa que fue fundada en el año 1859 por San Juan Bosco, un religioso y escritor italiano, en la ciudad italiana de Turín.

Luego de los Jesuitas es la comunidad religiosa masculina más numerosa de la Iglesia Católica. Son devotos de la advocación mariana de María Auxiliadora.

De esta manera se subió al podio de santos argentinos que ya integraban: el sacerdote Héctor Baldiviezo y el cura cordobés José Gabriel Brochero.

Entre los días 8 y 10 de octubre se llevaron a cabo diversas manifestaciones y celebraciones en homenaje a la declaratoria de Santo: en la Basílica María Auxiliadora de Almagro, y en Bahía Blanca, donde vivió muchos años.

Mientras que en la escuela que asistió, se transmitió en directo el evento desde el Vaticano.

También se desarrolló otro homenaje especial y muy simbólico: hubo una “bicicleteada”, que recorrió desde la parroquia salesiana de Nuestra Señora del Carmen hasta la de Artémides Zatti en Carmen de Patagones.

Un sobrino suyo: Juan Edmundo Vecchi (1931-2002) fue un sacerdote salesiano que alcanzó el grado de Rector Mayor de la Congregación Salesiana.