El arancel es un impuesto que se agrega a las actividades comerciales entre naciones, es decir, se determina a partir de las exportaciones e importaciones, siendo un factor de protección para los países contra prácticas de comercio ilegal. Además, son parte fundamental de los ingresos nacionales; estos impuestos son cuotas que se agregan a los precios de los productos, con variaciones que dependen del tipo de mercancía. Algunos productos tienen tasas elevadas por ciertos requerimientos legales o por la complejidad en la transportación.
Los aranceles surgieron como una herramienta que buscaba la igualdad comercial entre los países, así como una distribución adecuada de la riqueza a nivel mundial y para que existiera un libre comercio donde la producción de cada país tuviera un crecimiento. De la misma forma, surgió como una política de protección a la industria interna ante un posible embate de productos exteriores. Para entenderlo, se puede ejemplificar de la siguiente manera: México produce aguacates, por lo cual resulta ilógico que busque importar este producto ya que su producción cuenta con suficiente para cubrir la demanda. Si entra un competidor a querer vender aguacate, a este se le aplican impuestos altos a esas exportaciones, esto como modo de defensa al sector nacional. Este es el motivo por el cual los países comercializan a partir de su especialización.
Esta modalidad de organización fiscal y comercial internacional se implementó como acuerdo por diferentes países una vez terminada la Segunda Guerra Mundial en 1947, acuerdo conocido como GATT por sus siglas en inglés (General Agreement on Tariffs and Trade), siendo su traducción Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. Este tratado se estableció a nivel internacional por la Organización Mundial del Comercio (OMC) hasta la década de los noventa.
Clasificación de aranceles
La clasificación arancelaria se determina a partir de cualidades en los productos, existe una implementación ética que se suele especificar en los acuerdos comerciales, siendo prioridad la protección de la industria nacional y la entrada de ingresos en tipo de cambio. Los tipos de aranceles que son reconocidos por los integrantes de la OMC son:
Arancel de valor agregado (Ad valorem): Es un porcentaje que se agrega al valor del producto, donde se agregan costos de toda índole por su importación o exportación. A través de este impuesto, se blinda los productos nacionales, ya que al llegar al consumidor final suelen tener un precio mayor al producido en el interior.
Arancel específico: Se fija por unidad de producto, por ejemplo, una cantidad de dinero por tonelada de una semilla en particular.
Arancel mixto: Este tipo de impuesto es una mezcla de los dos anteriores.
También existe un arancel conocido como estacional, el cual se agrega al comercio solo en ciertas etapas del año.
Si bien esta catalogación de los aranceles es para distinguir las mercancías, existe una propiedad que también surge a partir de la identificación del producto ante un marco jurídico, siendo clasificado el arancel por los permisos necesarios en productos especiales, los perecederos por ejemplo, así como requisitos en etiquetados y normas de sanidad en caso de que se requiera.
Efectos que se generan por las implementaciones de aranceles
Los aranceles producen consecuencias en la economía que se aprecian directamente en la estabilidad. Un arancel tiene la capacidad de aportar fuertemente para la competencia internacional; si este no existiera, pudiera verse afectada la producción nacional por la entrada de cientos de productos similares. Es por ello que los aranceles se han vuelto una imposición. Otro efecto que se genera gracias a la existencia de los aranceles es el equilibrio en las finanzas públicas. Debido a estos ingresos, los gobiernos generan apoyos, subsidios y obras en beneficio de la sociedad. El consumo es otro rubro que tiene movilidad por los aranceles, ya que los precios de los productos importados suelen ser mayores a los nacionales, creando toda una amplia gama de posibilidades para los consumidores. Además, gracias a los tratados, existe una paleta de diferentes productos y servicios a escoger con precios totalmente atractivos.
Los tratados comerciales entre las naciones establecen tasas de aranceles fijas a ciertos productos, es por ello que tiene un alto beneficio la existencia de estos contratos para surtir la nación, como ya se ha mencionado con anterioridad, de todo tipo de productos y servicios que necesitan las personas para tener una vida plena.
Un evento que es importante considerar con respecto a los aranceles y que es un magnífico ejemplo para destacar su propiedad proteccionista, es lo acontecido hace algunos años por el expresidente Donald Trump, quien implementó una alza desmedida a los aranceles en el acero. Esto buscaba proteger la industria de este metal, bajando las altas importaciones que llegaban desde México. Este hecho sucedió cuando se acabó el tratado de libre comercio que se tenía entre las naciones de Norteamérica, situación que aprovechó el presidente para cambiar tarifas arancelarias no solo del acero sino de otros productos. Después de esta política implementada, se firmó un nuevo tratado conocido como el T-MEC.