Desde hace dos mil años, concretamente desde la crucifixión de Jesucristo, el pueblo judío ha sido víctima del odio y de todo tipo de persecuciones. Este fenómeno es conocido con un término, antisemitismo.
En el origen remoto del antisemitismo hay una contradicción evidente
Hay una creencia popular muy arraigada según la cual el pueblo judío fue el responsable de que Jesucristo fuera crucificado. Esta idea ha servido como argumento para alimentar el odio hacia los judíos.
No obstante, en esta tesis se ignoran dos aspectos fundamentales:
1) Jesucrito era judío y
2) durante los primeros siglos de la cristiandad sus seguidores fueron también judíos.
El antisemitismo nazi
Cuando el régimen nazi alcanzó el poder en Alemania en 1933 se activó una campaña contra los judíos, quienes fueron acusados de ser los principales causantes de la crisis económica que vivía el país. Por entonces los judíos representaban una pequeña minoría en el conjunto de la población, pero fueron víctimas de una intensa campaña de desprestigio y de persecución
En los primeros años del nazismo una gran parte de los judíos alemanes tuvieron que emigrar a otros países y aquellos que no lo hicieron acabaron inicialmente en guetos y en una siguiente fase fueron deportados a los campos de exterminio.
La ideología nazi basaba su odio a los judíos en la idea de que la raza aria debía imponerse en Alemania y, en consecuencia. Quienes pertenecían a otro grupo étnico o social debían ser exterminados.
El movimiento sionista surgió como consecuencia del antisemitismo
A finales del siglo XIX se inició un movimiento político con el propósito de oponerse a la persecución que venían padeciendo los judíos desde hacía siglos en países como España, Portugal y Francia, así como otras naciones europeas. De esta manera, los primeros sionistas promovieron la creación de un estado nuevo en Sion o Judea, el territorio histórico del pueblo judío. Los sionistas tenían un doble objetivo: establecer un territorio propio y que el nuevo estado se fundase fuera de las fronteras europeas. Este anhelo se hizo realidad en 1948 cuando fue creado el estado de Israel.
En la actualidad los países que rodean a Israel son de religión musulmana y se oponen a la existencia de un estado judío.
En 1492 los judíos fueron expulsados de España
En la Edad Media en España se puso en marcha un proceso de «limpieza de sangre» contra todos aquellos individuos que descendían de judíos o de musulmanes. En el caso de los judíos fueron acusados de contaminar las creencias cristianas de la época y, al mismo tiempo, de ser responsables de haber matado a Jesucristo.
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