Biografía de Amelia Earhart

Nació en la ciudad de Atchison, estado de Kansas, en el seno de una familia acomodada. En dicho lugar pasó toda su infancia. Tuvo una hermana. Luego sobrevinieron varias mudanzas a razón de la inestabilidad de su padre por su adicción al alcohol.

De pequeña demostró inclinación por actividades y juegos que, en aquellos tiempos, se consideraban propios de los niños.

Se instaló con su madre y hermana en la ciudad de Chicago tras atravesar una serie de complicaciones familiares.

Allí la sorprendió el estallido de la Primera Guerra Mundial. Se enroló como voluntaria para realizar tareas de enfermería en la ciudad de Toronto, en Canadá. Atendió a pilotos heridos. En este contexto descubrió su pasión por la aviación.

Instalada en California, asistió a un espectáculo aéreo en Long Beach que la impactó y determinó su futuro profesional: convertirse en aviadora.

Experimentó su primer vuelo, un ascenso que duró diez minutos, junto al piloto Frank Hawks, en Long Beach, estado de California a bordo de un biplano.

Tomó clases de aviación y compró un aeroplano Kinner al que bautizó como El Canario por su característico color amarillo.

Logró su primer récord en el aire: voló a 4.267 metros de altura.

Recibió la licencia de piloto por parte de la Federación Aeronáutica Internacional e inició una intensa actividad de promoción para sumar más mujeres a la aviación. Fue la 16° mujer en recibir dicha licencia. Se instaló en la ciudad de Boston. Por aquella época, los medios gráficos la consideraban una pionera del aire y experta piloto.

Contradijo con hechos la postura de su familia que no quería que se acercase al mundo de la aviación y mucho menos convertirse en piloto. Superó dicho obstáculo y también el de insertarse en un mundo tradicionalmente dominado por los hombres.

Conoció a Amy Guest, una aristócrata norteamericana con quien compartió el amor por la aventura y que proyectaba ser la primera mujer en cruzar el Océano Atlántico, sin embargo, las presiones de su familia se lo impidieron, y entonces, solicitó que buscasen a la mujer que mejor podría hacerlo en su lugar…

Creó una aerolínea que unió Nueva York, Filadelfia y Washington. Fue la vicepresidente de relaciones públicas.

Se casó con el publicista George Putnam.

Logró el hito de ser la primera mujer que voló y atravesó sola el Océano Atlántico.

Junto al piloto Wilmer Sultz y el mecánico Louis Gordon abordaron el Fokker FVIIB-3m, llamado Friendship y cumplieron la travesía.

A su regreso fue recibida con honores por el presidente estadounidense Calvin Coolidge en la Casa Blanca.

Se propuso concretar otra hazaña: volar sobre el Océano Pacífico, de Hawái a California. Riesgosa, pero claro, ella era una fanática de los desafíos. Diez pilotos lo habían intentado y ninguno sobrevivió. El 11 de enero de ese año partió de Honolulu y aterrizó sin problemas en Oakland. Fue recibida con ovaciones por una multitud; también ese mismo año voló sola de Los Ángeles a Ciudad de México.

Partieron de Miami y volaron hasta Puerto Rico; luego continuaron por el este de Venezuela, Brasil y de allí cruzaron a África. Pasaron por Pakistán, India, Birmania, Tailandia, Singapur, Indonesia y Australia hasta que se produjo la tragedia…

La misión era distinta a las anteriores y también más desafiante porque pretendían dar la vuelta al mundo por una nueva ruta que reemplazaba la usada habitualmente. Suponía volar tramos cortos por el hemisferio norte. En aquel último viaje se propusieron hacerlo por una ruta más larga y compleja y volando cerca de la línea del Ecuador.

Su avión, ella y su copiloto desaparecieron en medio de la concreción del ambicioso proyecto aeronáutico. Estaba a poco de cumplir 40 años.

El gobierno de Estados Unidos, con el presidente Franklin D. Roosevelt al mando, se ocupó personalmente de seguir la búsqueda y ordenó que no se escatime en recursos para encontrar a la aviadora más popular que había dado su patria.

Después de varias semanas de intensa búsqueda de la aeronave Electra, la marina estadounidense determinó que ella y su copiloto murieron después que su avión cayó en el océano.

Junto a su colega Frederik Noonan planearon la gran proeza de realizar la primera vuelta al mundo llevada a cabo por una mujer y la más larga que se haría hasta ese momento por aire. Se encargaron de promocionar muchísimo la travesía y por todo ello es que la tragedia en la que culminó causó estupor mundial.

Se colocó un faro en la Isla de Howland en su honor.

Se estrenó la película Amelia. La actriz Hilary Swank fue la encargada de interpretarla. Estuvo acompañada de grandes actores como Richard Gere y Ewan McGregor.

Han proliferado muchas teorías sobre cuál fue ciertamente la causa de su desaparición y la de la aeronave. Algunos creen que el avión no se estrelló ni que luego se hundió en el mar, sino que hizo un aterrizaje forzoso y que ella y su copiloto vivieron como náufragos en una isla desierta hasta que finalmente murieron. Esta creencia ganó credibilidad porque los días posteriores a su desaparición, operadores de radio de una de las zonas que habría atravesado (Nikumaroro), escucharon llamadas de socorro. Y por otra parte, porque una expedición británica avistó un objeto no identificado en el borde del arrecife de la isla y los habitantes aseguraron haber visto restos de un avión.

Para quienes abonan esta idea, la prueba más sobresaliente fue el hallazgo de un esqueleto, en Nikumaroro, en 1940 alrededor de aparatos de aeronáutica, restos de fogatas, huesos de animales, entre otras coincidencias y pertenencias que pueden haber sido de ella.

La hipótesis contrapuesta a la anterior es más sencilla: sostiene que el avión cayó al océano y que ambos pilotos murieron.

Si bien no se hallaron restos del avión, la Compañía Náuticos, que se dedica a explorar el océano, y el Departamento de Aeronáutica del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Estados Unidos consideran que la aeronave se encuentra a unos 5.500 metros de profundidad, cerca de Howland. De todos modos, el misterio persiste.

La aeronave Lockheed Electra 10E, elegida para llevar a cabo la aventura, se comunicó por última vez con un guardacostas de la Isla de Howland (en el Océano Pacífico).