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Biografía de Alva John Fisher

F. M. U,
Lic. en Comunicación
Tenía 85 años. Alva John Fisher fue un ingeniero e inventor estadounidense que inventó la primera lavadora eléctrica y automática de ropa. Se lo considera el creador del primer lavarropas moderno. La novedad que aportó su flamante creación fue que unió un motor con un tambor. Dicho motor que ideó movía el tambor a través de una caja de engranajes que se ocupó de modificar el sentido del movimiento de la ropa y así ofreció un lavado más eficiente para eliminar satisfactoriamente las manchas. El innovador y práctico aparato llegó para instalarse como uno de los electrodomésticos indispensables en cualquier hogar. Simplificó la ardua tarea que, por aquel entonces, llevaban a cabo mayormente las amas de casa, y les permitió ganar tiempo para realizar otras tareas. Cabe destacarse que, la evolución tecnológica que ha logrado el lavarropas fue fantástica. En la actualidad hasta es posible manipularlo desde un teléfono móvil inteligente o smartphone.

1862

Nació en la ciudad de Chicago, perteneciente al estado de Illinois, en Estados Unidos, en este año, pero no se sabe a ciencia cierta el día y casi nada sobre su vida personal.

Antecedentes

La inspiración para idear el invento estuvo directamente asociada al desgastante trabajo que implicaba lavar la ropa en el siglo XIX y sus antecesores.

Una de las metodologías de lavado que se utilizaron antaño consistió en introducir la ropa en redes de pesca que se dejaban en el agua para que la corriente hiciera su “trabajo”.

Por su parte, las primeras lavadoras manuales proponían más o menos lo mismo: ingresar la ropa presionada en un cilindro que facilitaba el ingreso del agua y así “limpiaba” la prenda sucia. En los comienzos del siglo XIX se usaba la caja de madera que giraba mediante una manivela.

La primera lavadora industrial la patentó en Inglaterra, en el año 1691, el ingeniero John Tyzacke. En el siguiente siglo, en el año 1767, el alemán Jacob Christian Schäffer presentó su modelo.

A mediados del siglo XIX, Hamilton Smith, patentó la primera máquina de lavar con tambor rotatorio. Y en 1884, William Thomas le añadió una innovadora función: calentamiento del agua a través del empleo de gas y ello dio paso a la aparición de la primera lavadora de agua caliente.

1906

Creó y presentó en sociedad la primera lavadora eléctrica de ropa. Progresivamente, mejoró el modelo original añadiéndole un tambor que, de forma automática, cambiaba la dirección de giro de éste y así se lograron mejores resultados en el lavado. Unió el pequeño tambor a un motor con forma de cilindro, que giraba en un tanque que disponía de agua y jabón. También le colocó una puerta para que el agua no se escape. Sin embargo, hubo que esperar algunos años más para que su uso se extienda porque en ese momento la corriente eléctrica no estaba disponible masivamente.

1910

Patentó su invento. Y cuatro años después se empezaron a fabricar en serie, evento que por supuesto introdujo un cambio rotundo en la vida doméstica. Las agotadoras sesiones de lavado a mano empezaron, poco a poco, a ser un mal recuerdo y quienes se ocupaban de este tipo de labores por aquellos tiempos, las mujeres, pudieron utilizar ese tiempo en otras actividades.

La única diferencia con el lavarropas que conocemos hoy es que las prendas no salían escurridas, sino que había que escurrirlas a mano; con el tiempo se le añadieron mejoras, tales como la fase de centrifugado que, justamente, nos entrega la ropa sin resabios de agua y lista para tender.

1920

El mecánico Howard Snyder le agregó al sistema un tambor mecánico.

1940

La lavadora se instaló en gran parte de los hogares americanos y veinte años más tarde recaló en Europa.

Hurley Machine Company, una empresa de chicago fue la primera en comercializar la máquina de lavar y luego la siguió la Upton Machine Company, antecedente de la actual marca Whirlpool. La denominaron Thor. Le incorporaron mejoras: calentamiento de agua, centrifugado, secado, programador automático y la inclusión de aditivos.

1947

Falleció en el transcurso de este año, sin embargo, se desconoce fecha exacta y lugar.

Las lavadoras post Alva Fisher

Más del 50 % de los hogares de Estados Unidos, que contaban con acceso a luz eléctrica tuvieron su propia lavadora eléctrica en los años ‘40.

En los años ’60 aparecieron las lavadoras de tambor horizontal y casi veinte años después se fabricó la primera controlada por un microchip. De aquí en más, la industria no cesó en sumar y sumar adelantos e innovaciones para mejorar el proceso de lavado y hacerlo más simple, más económico, amigable con el medio ambiente y que cuide el color y las telas de las prendas.

Al arrasador avance mecánico le siguieron las propuestas digitales y así es que llegamos a los actuales lavarropas inteligentes, denominados de este modo porque limpian mejor las prendas haciendo un uso racional del agua y la energía. Disponen de sistemas de sensores que detectan la carga exacta de ropa en su interior, la dureza del agua y el tipo de tela. Considerando estas cuestiones utilizan la cantidad de agua necesaria, ni más ni menos, para no desperdiciarla, y también eligen automáticamente el programa de lavado correcto. Este tipo de lavarropas consumen un 30 % menos de agua que uno tradicional. Y como si esto ya no fuese increíble, cuentan con dosificadores de jabón para la ropa y regulan la cantidad de suavizante.


Autora

Escrito por F. M. U, para la Edición #133 de Enciclopedia Asigna, en 02/2024. F. M. U, es Lic. en Comunicación y Profesora