Es un dirigente de fútbol paraguayo con una larga trayectoria como tal, tanto en su patria como en Sudamérica, a razón de presidir desde el año 2016 la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol) que nuclea a las diez federaciones sudamericanas de fútbol.
La CONMEBOL es la organización que gestiona dos de los torneos internacionales más relevantes del continente americano: La Copa Libertadores que disputan los clubes y la Copa América en la que se enfrentan las selecciones nacionales sudamericanas, y que definen en cada caso al mejor de América.
La relación de Domínguez con el fútbol está estrechamente vinculada con la familia, ya que su padre, Osvaldo Domínguez Dibb, fue presidente del club Olimpia, uno de los más importantes de Paraguay
Nacido en Asunción, en 1972, se graduó como economista en Estados Unidos.
Antes de incursionar como dirigente deportivo fue un empresario mediático que aglutinó medios como el diario La Nación, Crónica, y una emisora radial.
Su padre presidió Olimpia en dos períodos (1974-1990 y 1995-2004), y en dichas gestiones dio sus primeros pasos como dirigente del club, primero como parte del Directorio y luego como vicepresidente
En 2007 recaló en la presidencia de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) desde donde cobró relevancia internacional, primero lo hizo interinamente, y luego en 2014 fue elegido para cumplir la presidencia por cuatro años.
El escándalo del FIFA Gate desatado en 2015 y que produjo el efecto de una bomba dentro de dicha organización lo acercó al cargo de presidente de CONMEBOL, ya que su antecesor y compatriota, Juan Ángel Napout, fue arrestado, acusado de recibir sobornos, y renunció al cargo
En 2016 asumió como presidente de CONMEBOL mandato que se cumplirá en 2019.
A pesar que prometió sanear la imagen y prácticas corruptas que han desprestigiado a CONMEBOL poco ha hecho al respecto, incluso ha sido cuestionado por continuar la relación contractual con las empresas acusadas de coimear a los dirigentes
También ha sido denunciado por recibir una presunta coima de un millón y medio de dólares mientras presidió la APF.
Pero los cuestionamientos no terminan en las finanzas poco claras de la CONMEBOL sino que también se extienden al plano futbolístico, especialmente a la organización de la Copa Libertadores, que en su edición de 2018 ha suscitado variados escándalos por presunta falta de transparencia.
La final de este torneo, el más importante a nivel continental en Sudamérica, estuvo llena de polémicas y malas decisiones que lo incluyeron a él como máximo responsable y sumaron inconvenientes al ya difícil escenario que implica el enfrentamiento en la final de dos grandes rivales como los argentinos Boca Juniors y River Plate
El partido de vuelta que se debió jugar en River Plate el sábado 24 de noviembre de 2018 terminó postergado en el medio de un escándalo inédito por violencia de barras bravas de River contra los jugadores de Boca a quienes emboscaron mientras llegaban al estadio en micro, les arrojaron proyectiles y varios jugadores resultaron heridos, inclusive el conductor del vehículo.
La primera reacción del dirigente de presionar a Boca Juniors para que juegue sí o sí a pesar que el equipo aseguraba que no estaba en condiciones físicas ni psíquicas de hacerlo, privilegiando en todo momento el negocio por sobre la cuestión humana, lo dejó ciertamente mal parado ante el mundo del fútbol que miraba atento dicha final
Asimismo se le cuestionó haber re programado la final para el día siguiente, domingo 25, sin que tampoco estuviesen dadas las condiciones de seguridad, ni físicas de los jugadores de Boca, y finalmente, a pocas horas del comienzo del partido, haber anunciado una nueva postergación.