Julia Vipsania Agripina, mejor conocida como Agripina La Mayor, no ocupó un concreto cargo político durante los primeros tiempos del imperio romano, sin embargo, su parentesco con personalidades políticas notables de aquellos tiempos, era nieta de Augusto, el primer emperador romano y madre de Calígula, tercer emperador del imperio, la erigieron en una de las mujeres más importantes e influyentes de su tiempo.
El nacimiento de Agripina se produjo en el año 14 A.C. y fue el fruto de la unión del general Agripa y de Julia, su esposa.
Su marido fue el notable general romano conocido como Germánico.
Cuando el padre de éste último falleció, su tío, el emperador Tiberio, se hizo cargo de él por la sugerencia de Augusto y así es que entró en la tan preciada línea de sucesión.
En el año 3 A.C., Agripina y Germánico se casan y su unión daría lugar a nueve hijos, entre ellos Calígula, quien se convertiría en el año 37 en el tercer emperador de Roma.
Entre aquello que hizo única a esta mujer de la nobleza romana, sin dudas, sobresale el férreo acompañamiento a su esposo, ya que lo siguió incluso en sus intervenciones militares en Siria y en Germania.
Cuando Germánico fallece en extrañas circunstancias en el año 19, se presume que habría sido envenenado por orden de Tiberio quien lo veía como una clara amenaza a su poder, Agripina, buscaría apoyo en Tiberio, aunque, de éste no encontraría más que desprecio y nada de dolor y angustia por haber perdido a uno de los militares más destacados y honorables.
Toda esa situación hizo sospechar a Agripina que Tiberio estuvo detrás del asesinato de su esposo.
Inmediatamente empezó a difundir sus sospechas entre los seguidores de su marido, e incluso, acusaría públicamente a Tiberio, situación que le valdría el enojo de éste y una consecuente persecución.
Con una acusación de conspiración sobre sus espaldas, Agripina, de todos modos, hizo todo lo posible porque alguno de sus hijos pudiese acceder al trono.
Calígula, finalmente, lo conseguiría años más tarde.
Sus últimos tiempos los paso en el exilio, en la isla Pandataria, con algunos de sus hijos y allí fallecería en el año 33, cuatro años antes que su hijo Calígula accediese al cargo de emperador.