La adversidad es un concepto abstracto que puede definirse como la cualidad de adverso. Por tanto, la adversidad hace referencia a algo o alguien que resulta contrario o desfavorable, como puede ser el caso de una situación difícil de superar.
Comúnmente, el término adversidad ha venido asociado a sucesos o situaciones en los que el infortunio y la desgracia juegan un rol muy importante.
Afrontar la adversidad
La adversidad puede tener su origen en las más diversas fuentes. En ocasiones, surgen situaciones que vienen provocadas por el comportamiento de la persona, pero en muchos otros casos la adversidad aparece como fruto de la casualidad, en forma de accidentes o enfermedades inesperadas.
Ante estas situaciones hay quien se muestra inoperante, dejándose llevar y siendo incapaz de luchar para intentar superar la prueba que tiene ante sí. Otros, sin embargo adoptan una posición diametralmente opuesta creciéndose ante la adversidad. En vez de perderse en preguntas acerca de los motivos de ésta, se muestran fuertes y afrontan los hechos plantando cara a la adversidad e intentando poner todo de su parte para revertir la situación.
Las cuestiones que se plantean estas personas no buscan explicar la raíz de su sufrimiento, sino saber qué han de hacer para superar la situación. Evidentemente, en cada caso se darán respuestas distintas, unas veces habrá que ser paciente y constante, en otras confiar en la acción de terceras personas o simplemente, sólo habrá que cambiar de actitud a la hora de enfrentarse a ciertos temas. En cualquier caso, superar la adversidad es uno de los mayores retos por los que ha de pasar un ser humano.
Frases sobre la adversidad
Muchos pensadores y filósofos han dejado para la posteridad frases que hacen mención a esas situaciones en las que los hombres han de afrontar diversas adversidades y la actitud con la que lo hacen. Y es que la adversidad, como decía Montesquieu “es nuestra madre”. Un reto que como proponía Séneca es una oportunidad de ponerse a prueba. Y no sólo para uno mismo, sino también para quienes nos rodean, pues como apuntaba Sócrates: “Probamos el oro en el fuego, distinguimos a nuestros amigos en la adversidad”. Una idea que también dejó en sus escritos Cicerón, que plantea la adversidad como una prueba difícilmente soportable “si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tú mismo”.