La bomba atómica es uno de los dispositivos nucleares más temidos y combatidos en el mundo entero, especialmente por la destrucción masiva que provoca a su paso.
Su acción es una reacción nuclear en cadena y es sumamente reconocible a partir de la tremenda destrucción que genera y también por la intensa nube de humo que desencadena.
Estados Unidos fue el país desarrollador de esta letal arma a instancias de la Segunda Guerra Mundial y fue la única nación que la empleó en un conflicto bélico, en el año 1945, frente a Japón.
Obviamente, con el correr del tiempo, su fabricación se extendió hacia otros continentes.
En tanto, en Asia, más precisamente en Pakistán, uno de los países islámicos más poblados del mundo entero, ha tenido su propio promotor en el científico Abdul Qadir Khan, aún más, está considerado como el padre de la bomba atómica de Pakistán.
Khan nació en la ciudad de Bhopal, en la India, un 1 de abril del año 1936.
Se recibiría de ingeniero en la Universidad de Karachi, cita en la ciudad más poblada del Pakistán y luego se doctoraría en la Universidad belga de Louvain.
Cuando corría el año 2004 su nombre estuvo envuelto en un escándalo de enormes proporciones porque reconoció haber tenido participación en la venta de armas y tecnología nucleares a naciones como Libia, Irán y Corea del Norte durante largo tiempo.
Por tal cuestión fue acusado y llevado a prisión.
En febrero del año 2009 finalmente recuperó su libertad y se le levantaron varias restricciones como por ejemplo la de viajar.
Como es costumbre por estos tiempos y especialmente tras la sucesión del ataque a las Torres Gemelas, la figura de Khan ha sido severamente castigada y cuestionada en occidente, mientras tanto, en su patria se le reconoce el mérito de ser el desarrollador de la energía atómica.
Se cree que Khan logró construir una importante instalación nuclear en Pakistán gracias a una documentación que se habría robado en Holanda mientras trabaja en unas instalaciones nucleares durante la década del setenta.